El cierre con broche de oro para la trayectoria internacional del Rey Pelé ocurrió en 1970. Aunque jugaría cinco años más, el 21 de junio de ese año fue llevado en hombros en el estadio Azteca, minutos después de guiar a Brasil al tricampeonato mundial, goleando 4-1 a Italia.

Pelé y la Copa Mundial, dos instituciones unidas hasta el final. En imposible hablar del brasileño, fallecido este jueves a los 82 años de edad, sin sus proezas en los mundiales de la FIFA.

“Gracias a su manera de liberar sus emociones, los espectadores comulgaron con quien tan bellas acciones les regalaba”, escribió Bernard Morlino en su libro Retratos legendarios del fútbol. “El amor por el fútbol de Pelé, así como su técnica imbatible, eran tan grandes, que éste parecía estar disfrutando en todo momento. ¿Acaso fue casualidad que su aparición mundial coincida con la de la Bossa Nova? ¡Había tanta delicadeza en el número 10!”.

Hacemos un recorrido por la presencia de Edson Arantes do Nascimento, Pelé, por las copas del mundo, desde 1958 hasta 1970.

Suecia 1958: la aparición de Pelé

Aunque tuvo una primera aparición en un amistoso en 1956, se asentó en 1957 en el Santos FC. Su calidad en el torneo paulista hizo que Vicente Ítalo Feola, el seleccionador de Brasil, se fijara en él: lo convocó por primera vez el 7 de julio de 1957 ante Argentina en el Maracaná, por la Copa Roca, ganada 2-1 por la Albiceleste.

Algunos meses antes del Mundial de Suecia 1958, sufrió una barrida por parte de un zaguero del Corinthians, Ari Clemente, que lo dejó adolorido en su rodilla derecha. Estuvo a punto de no ir a la Copa del Mundo.

Se perdió los dos primeros partidos, ante Austria e Inglaterra (3-0, 0-0), y según se dice los pesos pesados del equipo presionaron al “Gordo” Feola para que lo alineara. Entró como titular ante la Unión Soviética en la victoria 2-0 de los brasileños.

Pelé llora luego del triunfo sobre Suecia en la final de 1958
Pelé llora luego del triunfo sobre Suecia en la final de 1958

Su primer gol en Suecia 1958 ocurrió en cuartos de final, decisivo para el triunfo 1-0 sobre Gales. Desde entonces nadie lo puro parar, nadie: metió triplete contra Francia (5-2) en semifinales y doblete ante los suecos (5-2) en la final.

“Era ágil como una mariposa y embestía como un toro, pero nunca agresivo ni mal intencionado. Su juego era vistoso, elegante, de florituras y retoques, que combinaba con astucia, fuerza y velocidad, par que no pensaran que era cobarde ni que se asustaba fácilmente”, contó Miguel Méndez Camacho en su biografía de Pelé, de la favela a la gloria.

Chile 1962: La lucha contra las lesiones

Pelé en la tribuna, en la final de Chile 1962
Pelé en la tribuna, en la final de Chile 1962

Llegó Chile 1962, con Brasil como gran favorita y Pelé, junto con su compañero Garrincha, como dos de las figuras a seguir. Sin embargo, las lesiones volvían a pasar factura: esta vez era un esguince inguinal.

Jugó los primeros dos encuentros, ante México (2-0, un gol suyo) y Checoslovaquia (0-0), pero no dio para más y tuvo que ser apartado del equipo. Entró por él Amarildo, que junto con Garrincha se encargó de llevar a la Canarinha a lo más alto, conquistando el bicampeonato en la final en la final ante los checos, 3-1.

Inglaterra 1966: De nuevo, víctima de los sicarios

Pelé sale lesionado en el duelo contra Portugal, Inglaterra 1966
Pelé sale lesionado en el duelo contra Portugal, Inglaterra 1966

Inglaterra 1966 fue otro martirio para O Rei. El defensa búlgaro Zhechev le hizo la vida imposible, destrozándolo a patadas. Pese a esto, Pelé jugó y marcó en la victoria 2-0.

El cuerpo técnico decidió darle descanso a Pelé por temas físicos, y la Canarinha cayó 3-1 ante Hungría en el segundo compromiso del mundial.

Luchando por la clasificación a la segunda ronda, O Rei volvió a la titularidad, pero sucumbió ante las duras entradas del defensor portugués Morais, cayendo los amazónicos 3-1 con Pelé saliendo lesionado.

México 1970: Pelé en su trono, inalcanzable

Finalmente, el broche de oro para Pelé: México 1970. Con 29 años, encabezó un equipo legendario, con figuras como Jairzinho, Rivelino, Tostao y Gerson, entre otros.

En plenitud física, O Rei brilló en tierras aztecas, siendo siempre titular: marcó en la victoria 4-1 ante Checoslovaquia; y metió doblete contra Rumania en el cierre del grupo 3, triunfo brasileño 3-2. En el segundo partido ayudó con su juego a la victoria 1-0 sobre Inglaterra.

Pelé ante Inglaterra, México 1970
Pelé ante Inglaterra, México 1970

Tres duras pruebas llegaban en la fase de KO: Perú, a la que Brasil goleó 4-2; Uruguay, ganando el Scratch 3-1; y la final ante Italia, 4-1.

Con un soberbio cabezazo, Pelé abrió el marcador ante la Azzurra en el estadio Azteca. Igualó Roberto Boninsegna, aprovechando un error de Clodoaldo.

Llegarían luego los goles de Gerson, Jairzinho y Carlos Alberto, estos dos últimos con asistencias del 10, para la conquista del tricampeonato brasileño.

Brasil en la final de México 1970
Brasil en la final de México 1970

De él dijo Johan Cruyff. “Desde mi punto de vista, ha sido lo máximo. Lo máximo, porque reunía todas las cualidades que deben exigírsele a un futbolista y conseguía el máximo rendimiento en todas y cada una de ellas. O Rei ha sido. También, fiel y agradecido al fútbol, no le ha traicionado nunca. Ha respetado su orden, su jerarquía y ha adquirido todos los compromisos devengados de ser el número uno. Cosa que, dicho sea de paso no es nada fácil”.

En su historia en los mundiales, Pelé anotó cuatro 12 goles en 14 partidos (cuatro ediciones), con un promedio de 0.86 goles por encuentro. Los tres títulos parecen ser imposibles de igualar por otros jugadores, y su huella en las copas del mundo es imborrable.


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Kiko Perozo - @kikoperozo
Maracaibo, Venezuela (1984). Experiodista de @diariopanorama, excolaborador de @mundodeportivo, votante de Venezuela para el premio The Best - Fifa. Administrador de @lahistoria200 y @lgmundiales

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