Imane Khelif ha sido la boxeadora que más ha peleado en los Juegos Olímpicos de París 2024. La argelina tuvo el desafío no sólo de ganar en el ring, sino también fuera de él, luego de ser acusada falsamente de ser transgénero.
Este 09 de agosto, la boxeadora de 25 años hizo historia para su país al convertirse en campeona olímpica de boxeo en la categoría de 66 kg, al vencer a la china Lui Yang en tres rondas. Es la primera medalla para Argelina en boxeo masculino o femenino desde 1996 y la primera en la rama de mujeres.
Pero, sin duda, su máxima victoria es silenciar a todos aquellos que intentaron manchar su nombre a causa de un par de buenos titulares y agendas que sólo dañan la percepción que tiene el mundo sobre la mujer, la cual, si no cumple con los estereotipos de moda en el momento, no parecer ser considerada como tal.
¿Quién es Imane Khelif?
Imane marcó tendencia en estos Juegos Olímpicos porque fue acusada falsamente de ser transgénero luego de su partido en los octavos de final contra su rival italiana, Angela Carini, quien decidió abandonar la contienda tras apenas 46 segundos de haber iniciado el combate.
Todo esto fue producto de una descalificación sufrida antes de la final del Mundial de Nueva Delhi en 2023, cuando la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) la descalificó porque unos análisis demostraron que no podía competir contra mujeres por sus elevados niveles de testosterona.
El Comité Olímpico Internacional consideró que esas pruebas fueron defectuosas y le permitieron competir en París 2024. De hecho, el presidente de este organismo, Tomas Bach insistió con rotundidad: nació mujer, fue educada como mujer y en su pasaporte pone que es una mujer.
Sin embargo, el hecho de que Khelif tenga altos niveles de la hormona sexual más importante del hombre, no quiere decir que lo sea y, mucho menos, que sea una persona trans. De hecho, la boxeadora se identifica como una mujer cisgénero, es decir, una persona a la que se le asignó el género femenino al nacer y que se identifica y expresa como tal.
De acuerdo a expertos que han analizado su condición física, lo más probable es que Imane padece hiperandrogenismo, una condición donde hay un exceso de andrógenos en el cuerpo.
¿Qué es el hiperandrogenismo?
El hiperandrogenismo se denomina al exceso de andrógenos u hormonas sexuales masculinas en la sangre de una mujer. Este exceso provoca diferentes síntomas que suelen ser más frecuentes en un varón.
Esta condición hace que Khelif tenga altos niveles de testosterona, una hormona sexual que producen hombres y mujeres, pero que los primeros producen alrededor de 20 veces más que las segundas.
Cuando una mujer tiene hiperandrogenismo, este exceso de andrógenos puede causar síntomas como crecimiento excesivo de vello corporal, acné, irregularidades menstruales e incluso infertilidad.
Sabiendo esto, es claro que Imane no es hombre ni mucho menos transgénero, simplemente tiene altos niveles de testosterona a pesar de ser una mujer.
Aún así, la polémica fue tal que su padre, Omar Khelif, mostró a AFP los documentos de identidad y la partida de nacimiento de Khelif: “Mi hija es una niña, fue criada como una niña. Es una niña fuerte, la eduqué para que trabajase y fuese valiente. Ganó su combate ante Carini porque era más fuerte y la otra era débil”.
Un triunfo que va más allá de una medalla
Luego de recibir críticas y acusaciones de ser transgénero de parte de todo el mundo y de personas como el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump o la escritora de Harry Potter, J.K. Rowling, la boxeadora se mantuvo firme en su objetivo: ganar el oro.
Previo a la final, en declaraciones en árabe a SNTV, un socio de videos deportivos de Associated Press, Khelif pidió a la gente “defender los principios olímpicos, según la carta olímpica, abstenerse de intimidar a todos los atletas porque esto tiene efectos masivos. Puede destruir a la gente, puede matar los pensamientos, el espíritu y la mente de la gente”.
La boxeadora afirmó que tuvo la suerte de contar con un gran equipo de salud mental, que mantuvo arriba sus ánimos a pesar de todas las acusaciones que estaba recibiendo.
Pero no todo fue negativo para la boxeadora, porque así como tuvo grandes críticos, muchas personas alrededor del mundo, y todo su país se unieron en solidaridad para apoyarle. Incluso muchos de sus compatriotas se dieron cita en su combate final para verle ganar el tan esperado oro olímpico.
En su natal Argelia, un país donde ser homosexual o transexual es un delito, los habitantes del pueblo donde nació (Biban Mesbah) colmaron las calles con su rostro e incluso instalaron una pantalla para poder disfrutar de su triunfo.
Y es que a pesar de los prejuicios que tuvo que afrontar durante toda su vida, la joven tuvo que hacer dinero para pagar sus desplazamientos desde casa hasta su club en Tiaret y luego hasta Argel. Durante su adolescencia, tuvo que vender chatarra y su madre cuscús para poder cumplir su sueño, uno que le costó desde pequeña, porque el boxeo no es un deporte practicado por las mujeres de su país.
Esta es una gran victoria, no sólo para Imane, sino para todas las mujeres de su país y del mundo que han tenido que ser víctimas de acoso y maltrato por no encajar en el molde en donde la sociedad las pretende encajar.
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