Todo parecía color de rosa, mejor dicho, color dorado, cuando Los Ángeles Lakers se proclamaron en diciembre como los campeones del In-Season Tournament, los primeros en ganar la llamada NBA Cup. Parecía un aviso de una temporada 2023-2024 brillante para el equipo de LeBron James y compañía, pero la oscuridad rodea a la franquicia en medio de la resaca de aquel torneo.
Tras el brindis de Año Nuevo y el recuerdo de ese título, los californianos permanecen en estado de turbulencia. Su rendimiento ha descendido significativamente desde la victoria en Las Vegas y la estadística general lo marca: En los últimos 12 juegos, solo han logrado tres victorias, sumergiéndose por debajo del .500 con un balance de 17-18.
La más reciente derrota, la tercera consecutiva, llegó a manos de un Miami Heat que, a pesar de la ausencia de Jimmy Butler, logró controlar el juego de principio a fin, con ocho jugadores que contribuyeron con cifras de dobles dígitos en anotación. El resultado fue de 110-96, una daga que incluso provocó que James no quisiera hablar con los medios de comunicación tras la caída.
El faro anotador para Miami fue Tyler Herro, quien aportó 21 puntos y 6 rebotes. El mexicano Jaime Jáquez Jr. se unió a la destacada actuación de los floridanos con 16 puntos y 8 asistencias.
A pesar del esfuerzo sobresaliente de Anthony Davis, quien estuvo cerca de un triple-doble con 29 puntos, 17 rebotes y 6 asistencias, LeBron James tuvo un día difícil con solo 12 puntos y un 6 de 18 en tiros, 6 rebotes y 9 asistencias.
La actuación decepcionante de los Lakers se evidenció en su pobre desempeño en triples, con un 4 de 30, y 20 pérdidas de balón en los primeros tres períodos. A pesar de los intentos de Davis, los Lakers no lograron salir del bache.
El vestuario de los Lakers estaría roto
Informes de @TheAthleticNBA, con hasta seis fuentes, señalan una «profunda desconexión» entre el entrenador Darvin Ham y el vestuario de Los Ángeles Lakers.
Cambios en la rotación y escasos resultados podrían ser indicativos de la creciente tensión en el equipo. Aunque siempre es prudente interpretar estos informes con cautela y considerar quién y por qué podría beneficiarse de su difusión.
Los Lakers, actualmente desmotivados y en búsqueda de una señal para revitalizarse, enfrentan desafíos significativos en la segunda mitad de la temporada, con riesgo de permanecer en la zona de Play-In si no logran revertir su actual declive. Y quizás, hasta fuera de todo.
El próximo compromiso de los púrpura y dorados será a la medianoche del 6 de enero, recibiendo en casa a los Memphis Grizzlies.
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