Cinco años de sequía local fueron suficientes para el Real Madrid que conquistó, este domingo, su título de La Liga número 33 luego de derrotar sin muchas complicaciones por 2-0 al Málaga en La Rosaleda.

Los de Zinedine Zidane aguantaron la persecución del Barcelona, que supo apretar hasta la última jornada, y en muchas ocasiones sacaron el temple para seguir a flote y no ceder el liderato en toda la recta final.

Las fortalezas del conjunto merengue no faltaron y a continuación presentaremos las más destacadas, aquellas que los hizo volver a levantar el torneo local por primera vez en 2012.

Siempre presentes en el marcador

Si bien no fueron el equipo con más goles en el torneo (106 por los 116 del Barcelona), Real Madrid logró marcar en cada uno de los 38 partidos. Muchos compromisos se le complicaron a los merengues que a fuerza de poder ofensivo lograron sacar adelante para no dejar en el camino puntos que a la postre resultaron decisivos a su favor.

Cuatro de sus jugadores anotaron más de 10 ocasiones (Cristiano Ronaldo, Álvaro Morata, Isco y Karim Benzema) y del grupo de 20 de los que vieron más de 1.000 minutos en la competición todos marcaron, al menos, una vez a excepción de Dani Carvajal y, obviamente, Keylor Navas.

Efectivos a la hora de la verdad

Voluntad, pundonor y un carácter de hierro impulsaron al Real Madrid en más de una ocasión. Cuando las cosas lucían más apretadas en el tramo final del compromiso, el cuadro blanco las solía tener de su lado para poder hacer pesar la balanza a su favor.

Los merengues lograron ganar 17 puntos con 22 goles transformados luego del minuto 80, en un tramo en el que solo perdieron ocho unidades para un saldo positivo de nueve que terminó siendo decisivo. Desde el cabezazo de Sergio Ramos en el Camp Nou al derechazo de Isco en campo del Sporting de Gijón, cada tanto sobre la hora significó una mano en el título.

Un Plan B sin nada que envidiar al A

Las rotaciones no pudieron salirle mejor a Zidane. Para la segunda vuelta de La Liga, cuando ya el físico disminuía y había que jugar tanto este frente como la Champions League, el entrenador francés apeló a la absoluta confianza a los hombres de recambio en situaciones puntuales y ellos no fallaron en lo absoluto.

Isco, Álvaro Morata, James Rodríguez, Marco Asensio, Lucas Vázquez, Nacho y Matteo Kovacic fueron indispensables en los duelos ligueros en el que muchos de los estelares necesitaron descanso. Ninguno desentonó y cumplieron a cada exigencia. Permitieron que toda la plantilla anduviera con las piernas más frescas.

Zidane en modo Rey Midas

Zizou llegó en un momento complicado para el Real Madrid. Sustituyó a Rafa Benítez mientras que el equipo deambulaba en resultados e identidad lográndolo sacar de ese bache para llevarlos el año pasado a levantar la Champions.

Pero le faltaba La Liga al galo que ya ahora suma cuatro títulos: Supercopa de Europa, Mundial de Clubes, Liga y Champions. Su capacidad de empujar al triunfo es increíble y ahora buscará el primer doblete merengue desde el año 1958 y busca convertir a los suyos en el único equipo que gane La Orejona en temporadas consecutivas.

Cristiano Ronaldo marca el camino

Si bien fue La Liga con menos goles desde su llegada a la capital española, con 25, el aporte de CR7 es invaluable. Y sobre todo en la recta final del campeonato

En las últimas 10 fechas que disputó convirtió nueve goles, entre ellos los dos que abrieron el marcador ante Celta y Málaga, el par de compromisos finales que tenía el Real Madrid en su calendario. Además, su nueva faceta de «9» goleador asegura que su presencia cerca del arco rival será cada vez mayor.

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