Siempre extrañas y abiertas a complicaciones son las jornadas de Liga disputadas entre semana. Raras tanto para los equipos en general, como para los entrenadores especialmente en particular. En esta jornada al Real Madrid le tocaba recibir a un Deportivo Alavés que no ha comenzado nada mal la temporada…. Y de esos equipos de los que precisamente le pueden complicar el día a uno de los grandes, cuando la jornada es de este tipo.
A punto estuvo de dar la campanada el Alavés. Con un Bernabeu algo más apagado que de costumbre, el Real Madrid salió dispuesto a hacer los deberes rápido y contundente. Y así fue porque en el mismísimo primer minuto de juego, Lucas Vazquez, una de las pocas rotaciones de Ancelotti hoy, puso el 1-0 en el marcador. Lo hizo a pase de un VInicius que hizo un regate marca de la casa en velocidad y sobre la línea de fondo puso la asistencia.
Precisamente Vinicius ha sido el hombre más destacado del primer tiempo, recuperando esa «electricidad» tan característica suya, encarando y lanzando pases peligrosos. Un partido muy idóneo para reencontrarse consigo mismo tras un comienzo de temporada que no le está siendo propicio.
Mbappe pondría un segundo tanto en la red antes de la media hora de juego pero este no subiría al marcador por fuera de juego. Precisamente en el minuto 30 llegaría una amarilla a Vinicius por protestar tras una falta no pitada al brasileño. El Madrid está acumulando muchas tarjetas en este inicio de campeonato por protestas, algo que sin duda Ancelotti tendrá que tratar con sus pupilos.
Sólo diez minutos después Mbappe pondría el 2-0 a pase de Bellingham en una jugada comenzada por el propio francés en un taconazo hacia el inglés con devolución de Jude. Gol de videoteca y el descanso del partido arribó en el Bernabeu.
Un Madrid de altibajos en el segundo tiempo
En la segunda parte el Alavés mostraba desde la dirección del banquillo la intención de buscar algo aunque era difícil siendo el Madrid el rival, con dos abajo en el marcador y jugando en el coliseo blanco. Mera comparsa habían sido los babazorros en el primer tiempo y por lo menos, no querían seguir dando esa imagen. Guridi entró por Abqar, un medio por un defensa.
Pero el Madrid rápido les dejó claro que aún así nada cambiaría. Rodrygo en una galopa da meteórica puso el tercero en el marcador. Si en la primera parte fue al primer minuto, en esta fue al tercero. Los de la capital seguían volviendo completamente locos a los jugadores blanquiazules, y más concretamente a sus defensas, que apenas podían contener las oleadas blancas.
Casi por automatismo, pasados los sesenta minutos el Madrid desaceleró en el juego y con ello todo el ritmo del partido. Más patente quedó con los cambios para dar descanso que realizó Ancelotti. Mbappe y Bellingham seguían conectando y Endrick, quien entró mediado el segundo tiempo comenzó a hacer diabluras y a aprovechar como siempre sus minutos. En el 73 ´ conectó un disparo a la cruceta para volver a poner a Sivera en alerta.
El Alavés tendría la suya en el 76´, con un tiro al palo de Rebbach, pero esto sólo sería un aviso porque la relajación del Madrid se había vuelto excesiva y en el 84´ Protesoni marcaría para los blanquiazules con un zurdazo colocado al palo desde fuera del área. Casi sin tiempo de retomar el aire, en otro arreón el Alavés seguiría recortando la diferencia con un 3-2 marcado por Kike García.
El Alavés empezó a creer que era posible y continuó encimando la portería de Courtois, llegaron otras tres ocasiones de los blanquiazules y el partido definitivamente se había vuelto loco. Idas y venidas del Alavés y el Madrid mezclados con interrupciones por faltas. Pero no hubo tiempo para nada más y los tres puntos se quedaron en Madrid.
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