En el deporte, como en la vida, todo ciclo tiene un final. La dinastía de los Golden State Warriors, esa que maravilló al mundo con su juego veloz, triples infinitos y una química que parecía irrompible, parece haber llegado a su punto de quiebre.
La reciente eliminación en segunda ronda de los Playoffs de la NBA frente a los Minnesota Timberwolves fue más que una derrota: fue un símbolo de agotamiento, de transición, de un cambio generacional que ya no espera a nadie.
A continuación, repasamos tres razones clave por las que esta era dorada en la Bahía de San Francisco podría haber escrito su capítulo final.
1. Butler no es el complemento ideal para Curry en Warriors
Cuando los Warriors adquirieron a Jimmy Butler, la expectativa era clara: darle a Stephen Curry un socio de confianza que permitiera alargar su prime competitivo. Sin embargo, el experimento no resultó.

Con 17.5 puntos por partido, su media más baja desde la temporada 2013-14 (vía ESPN), Butler no logró ser el engranaje que necesitaba la ofensiva de Golden State. El estilo de Butler, enfocado en atacar la pintura más que lanzar desde la línea de tres, chocó con la filosofía que llevó al equipo a la cima de la NBA.
La ausencia de Klay Thompson como socio de Curry dejó un vacío que Butler simplemente no pudo llenar. A diferencia de los legendarios “Splash Brothers“, cuya capacidad para abrir la cancha era letal, Butler no generó el mismo espacio ni obligó a las defensas rivales a estirarse.
2. La edad y el tiempo no perdonan en Warriors
El tiempo no perdona, ni siquiera a las leyendas. Stephen Curry cumplirá 38 años cuando arranquen los próximos Playoffs, y su historial reciente de lesiones es preocupante. En las últimas ocho temporadas, solo en una jugó más de 70 partidos.

La más reciente molestia en el isquiotibial, que lo dejó fuera tras el primer juego ante Minnesota, es solo la última de una serie de dolencias que han limitado su impacto.
Y no está solo en ese tramo descendente. Draymond Green y Jimmy Butler, ambos de 35 años, también muestran señales de desgaste. Butler arrastra dolores de pelvis desde la serie contra Houston, mientras que Green ha sido dominado por rivales más jóvenes y atléticos como Rudy Gobert y Naz Reid.
Aunque jóvenes como Jonathan Kuminga y Buddy Hield han intentado mantener a flote al equipo, los Warriors son más dependientes que nunca de un Curry frágil, y eso es una apuesta peligrosa.
3. La nueva generación de equipos en la NBA se impone
Durante años, los equipos del Oeste intentaron descifrar el código de los Golden State Warriors. Hoy, no solo lo han hecho, sino que han tomado el control. Los Oklahoma City Thunder, con el mejor récord de la temporada, y los Minnesota Timberwolves, sus verdugos en esta postemporada, encabezan un cambio generacional imparable.

Equipos como los Houston Rockets, con talentos como Amen Thompson, Alperen Sengun y Jalen Green, también han mostrado que la juventud no es un impedimento para competir al más alto nivel.
En el Este, los Indiana Pacers y los New York Knicks, ambos con promedios de edad en torno a los 25 años, están peleando por llegar a las Finales de la NBA.

En ese contexto, Golden State parece un equipo del pasado. Si bien la llegada de Butler dio una leve esperanza de mantener viva la ventana competitiva, la dura realidad se impuso.
Y aunque otros movimientos recientes, como el traspaso de Luka Doncic a los Lakers, han demostrado que un cambio audaz puede alterar el panorama, no está claro si los Warriors tienen ese as bajo la manga.
Los rumores sobre una posible salida de Giannis Antetokounmpo de Milwaukee podrían encender una chispa, pero competir por una superestrella como él requiere algo más que intención: se necesita capital, estrategia y, sobre todo, una visión clara del futuro.
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