Yoshinobu Yamamoto ya estaba en medio de una Serie Mundial sublime, con un juego completo y dos triunfos que ayudaron a Dodgers de Los Ángeles a llegar al séptimo juego.
Pero su labor en el choque decisivo (dos entradas y dos tercios en los cuales solo permitió un hit, con un ponche, un boleto y un pelotazo), le permitieron no solo llevarse el triunfo y el MPV de Clásico de Otoño, sino alcanzar un status de legenda con una de las mejores actuaciones para un lanzador en esta instancia.
Todo comenzó cuando el japonés leyó que su manager, Dave Roberts, anunció luego del Juego 6 que para el partido definitivo, todos los lanzadores estarían disponibles menos Yamamoto, quien en el sexto choque lanzó 97 envíos en seis entradas completas para llevarse su segundo triunfo frente a Azulejos de Toronto.
Dicha decisión tenía sentido, pues en circunstancias normales, representaría una proeza pedirle a Yoshinobu Yamamoto pedirle que estuviera listo para el Juego 7, principalmente debido a la gran carga de trabajo que significaría para su brazo, además de exponerlo a una lesión.
Pero la labor del nipón no solo lo convirtió en apenas el segundo lanzador en los últimos 50 años que gana tres veces en una misma Serie Mundial, sino además en el cuarto pitcher se lleva el triunfo en los Juegos 6 y 7 de un Clásico de Otoño.
“Nos mandó un texto diciendo que estaba en tratamiento después del partido para estar preparado para el Juego 7. En realidad, casi no le puse atención. Sólo pensé que quería ayudar, que en realidad le importaba de manera personal”, reveló a la prensa el gerente general de los Dodgers Andrew Friedman, después del triunfo.
Yoshinobu Yamamoto: no estaba seguro de lanzar a mi máximo nivel
Pero al día, siguiente, Yoshinobu Yamamoto le mandó un nuevo mensaje donde le confirmaba que se sentía bien. El resto ya se conoce: Yamamoto entró el la parte final de la novena y, respaldado por la defensiva de su equipo, sepultó cualquier oportunidad de Toronto de coronarse campeones en su casa.
De esta forma, el japones se convirtió en el primer lanzador que gana tres juegos como visitante en una misma Serie Mundial, así como el principal artífice de que Los Ángeles obtuvieran el bicampeonato, consolidándose cono el as de los Dodgers para las próximas temporadas.
“Para ser honestos, antes de entrar, cuando empecé en el bullpen a calentar, no estaba seguro de poder lanzar a mi máximo nivel. Pero, conforme fui calentando, realizando algunos ajustes, empecé a pensar que podía entrar y efectuar mi trabajo”, indicó el pitcher japonés.
Por su parte, el manager Dave Roberts detalló que Yoshinobu Yamamoto “siempre sintió confianza en que podría. Me lo dijo varias veces porque yo no iba a comprometer su salud. Sólo confié en él cuando me dijo que estaba bien para seguir. Y ya vimos su desempeño, pero, sobre todo, su competitividad”.
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