El pasado miércoles, se confirmó la firma de Luke Weaver con los Mets de Nueva York por dos años y 22 millones de dólares, uniéndose a la reciente adición de Devin Williams como una respuesta del conjunto neoyorquino ante la salida de su cerrador estelar Edwin Díaz.
El movimiento se produjo en un momento particularmente complejo para la organización, en medio de una temporada muerta que ha dejado más salidas que incorporaciones de peso, dando la sensación general a los fanáticos de un retroceso en vez de un avance.
Los Mets vienen de quedar fuera de los playoffs y, desde entonces, han visto marcharse a varias de sus piezas más importantes. La salida del cerrador Edwin Díaz, quien firmó un contrato con los Dodgers de Los Ángeles, fue quizás la más significativa, aunque a eso se sumó la pérdida de Pete Alonso, que reforzó a Baltimore con un acuerdo millonario, y el traspaso de Brandon Nimmo a Texas para recibir a Marcus Semien. En paralelo, nombres como Cedric Mullins también dejaron de formar parte del proyecto, dejando todavía más descubiertos los jardines.

Los Mets de Nueva York buscan “mejorar” el panorama
La llegada de Luke Weaver no deja de ser positiva para el club al sumarse a Devin Williams para formar una dupla de setup y cerrador, ambos con pasado inmediato en los Yankees y conociéndose a la perfección.
Durante 2024, el derecho asumió responsabilidades importantes en el bullpen de los Bombarderos del Bronx, incluso como cerrador en momentos clave de la temporada cuando, justamente, Williams no respondía con solvencia como cerrojo. Antes de una lesión en el muslo izquierdo, mostró un rendimiento sobresaliente, con unos números que lo posicionaron entre los mejores brazos del circuito. Sin embargo, tras su regreso, su desempeño fue irregular.
Aun así, su experiencia en postemporada fue notable y su capacidad para asumir distintos roles dentro del bullpen pesaron en la toma de decisión de los Mets de Nueva York para adquirirlo. Llega a ser una pieza versátil en un relevo que perdió a su principal referencia, pero que espera el retorno a la versión estelar de Devin Williams.
El problema para los Mets es que esta nueva firma, por sí sola, difícilmente compense el impacto de las salidas. La ofensiva quedó claramente debilitada tras la partida de Alonso y Nimmo, mientras que el bullpen perdió su baluarte con la marcha de Díaz.
La firma de Luke Weaver, entonces, se lee como un movimiento de necesidad más que uno para “blindar” el roster. En una temporada muerta poco positiva, los metropolitanos intentan buscar nuevas piezas para compensar las significativas bajas que han sufrido en el arranque de la presente temporada muerta.






