En estos últimos días hemos asistido a uno de los mayores movimientos del mercado en la historia reciente de la Fórmula 1. Por la envergadura de los equipos en escena y, sobre todo por la de uno de los dos pilotos afectados. Cuando apenas nacía este mes de febrero de 2024 el mercado de la Fórmula 1 se agitó, y de que manera. Lewis Hamilton firmaba por Ferrari a partir de 2025 y por efecto dominó, Carlos Sainz quedaba fuera de la estructura de Maranello para ese mismo año.
El contrato del heptacampeón del mundo se extenderá por varios años a razón de unos 100 millones de euros por temporada. Hamilton deja Mercedes tras ser el piloto más laureado de la marca de la estrella y puro emblema de la misma en lo que a deporte se refiere. Sus siete mundiales han sido conseguidos con ellos, uno de ellos eso si, con Mercedes sólo como motorista.
¿Por qué después de toda una trayectoria de éxito con Mercedes?
Pese a una unión que parecía incondicional y donde los éxitos en forma de podios, poles, victorias y mundiales han sido costumbre, el británico parece que busca un último reto. Pese a ser el piloto con más mundiales junto a Michael Schumacher y haber estado en algunas de los mejores equipos ¿Quién se resiste a Ferrari?
Siendo ya leyenda de la Fórmula 1, afrontar el reto Ferrari siempre puede ser más cómodo y, una guinda perfecta antes de retirarse… Más si hay posibilidad de título. Y claro que podría haberla, si no en 2025, si en 2026, con la llegada de un nuevo cambio reglamentario y donde la aerodinámica, algo en lo que Red Bull es el Dios supremo, no será quizá tan determinante.
A estos dos motivos habría que unirle el desencanto de Lewis con los dos últimos años de Mercedes, donde no han podido pelear el título y en los que, tuvieron un concepto equivocado del coche que él mismo ya vislumbró.
Soltar la bomba
La noticia era una bomba, para todos, los primeros, para la propia Mercedes que perdía su piloto más emblemático. Pero la comunicación por parte del británico a Toto Wolff del cambio de aires fue de lo más normal, con un café de por medio en casa de Wolff. Los planes eran otros para la reunión, pero Hamilton comunicó su decisión, la cual, no pilló a contrapié en demasía al jefe de equipo de Mercedes, puesto que la última renovación del heptacampeón, había sido a corto plazo. A su vez, en Brackley, Marc Hynes, entregaba una carta formal con la decisión.
La otra cara de la moneda
Carlos Sainz sin duda es el gran damnificado, con la renovación de Leclerc en los últimos días y el fichaje de Hamilton, el madrileño queda fuera de Ferrari en 2025 y sin volante. El español lleva vistiendo de rojo las últimas tres temporadas, con un respetable balance (visto el domínio Red Bull) de 2 victorias, 16 podios y 5 poles, hasta el momento. Pero Ferrari parece querer volver a su fórmula de tener a un campeón del mundo en sus filas.
Sainz es un piloto competitivo, de gran regularidad, veloz y experimentado, al que aún le quedan años de Fórmula 1 por delante. Pero a partir de 2025 no hay volante para él, la opción Audi siempre ha sobrevolado el paddock uniendo sus nombres, de hecho, probablemente a ambas partes le iría perfecta la unión. El fichaje por Mercedes podría también ser opción aunque parece difícil, casi más cercano podría ser el paso de Alonso a la marca alemana. De momento, una incógnita en medio de un seísmo que puede que tenga réplicas.
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