No iba a ser fácil el duelo liguero de este fin de semana para el Real Madrid. Las Palmas, recién ascendido, está haciendo una campaña sobresaliente en la que, si no fuera por la barbaridad que está obrando el Girona, serían la revelación. El partido efectivamente no defraudó y el Madrid tuvo que remangarse para conseguir la victoria.
La primera parte del encuentro siguió el guion previsto. Las Palmas como siempre a lo largo de esta Liga, tuvo un protagonismo muy importante en la posesión e impuso un ritmo tranquilo, algo que no preocupaba a un Real Madrid que no está incómodo cuando el rival cobra esta forma de juego. Había acercamientos y ocasiones puntuales por parte de ambos equipos. Marvin era el peligro de los canarios por la banda, el Madrid mientras acusaba un poco la ausencia de Belligham, ya que Brahim que jugó en su posición, estuvo hoy desdibujado pese a su gran temporada.
Remontada a contrarreloj pero visionada en el horizonte
Con el marcador empatado a nada se inició un segundo tiempo en el que cambiarían las cosas para ambos equipos. Las Palmas arropó más su centro del campo y Sandro, inexistente en la primera parte empezó a cobrar más importancia, tanta que suya fue la asistencia en el gol de Javi Muñoz. Los amarillos anotaron en una acción en la que Sandro ganó por velocidad a Rüdiger y puso un pase impecable a Javi Muñoz que la mandó al fondo de la red.
Llegaba el escenario eternamente repetido para el Madrid pero en el que se desenvuelve mejor que nadie, obrar la remontada. Con el 1-0 en contra en el minuto 53 de partido, los madridistas se remangaron y al igual que frente al Almería se pusieron manos a la obra. Casi inmediatamente después del gol canario, el Madrid empezó a embotellar a los amarillos y a asediar el área y la portería defendida por Álvaro Valles.
Camavinga y Vinicius comandaron por encima de todos el dominio y peligro madridista y sería precisamente en una conexión entre ellos donde llegaría el empate con gol del brasileño. Las inercias se cruzaron, el Madrid iba al alza y Las Palmas a la baja, sobre todo en lo físico y eso se notó, mucho.
Con el empate madridista en el minuto 65 y viendo como el físico cobraba importancia y el Madrid seguía acosando el área de Las Palmas, el segundo del Real Madrid llegaría casi por inercia. Así sería con un gol de Tchouaméni en el 84´ rematando un saque de córner servido por Kroos. Así moriría el encuentro y el Madrid salvaría tres puntos que se tuvo que trabajar y es que, en esta Liga, nadie regala nada.
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