Con su nueva clasificación a la postemporada de la NFL, los San Francisco 49ers se perfilan como los más fieles creyentes del dicho que reza: la tercera oportunidad es la vencida, esto luego de que en los últimos dos años se quedaran en la puerta del Super Bowl tras no poder superar el Juego de Campeonato de la NFC.

Si bien a los 49ers todavía le faltan dos victorias para llegar a la instancia final, estos van muy bien encaminados tras conseguir su tercer boleto consecutivo a los playoffs y ser el líder de la NFC Oeste por tercera ocasión en las últimas cinco campañas.

Además, con foja de 12-5 San Francisco también se quedó por segunda temporada al hilo con la primera siembra de la NFC, ganándose el derecho de descansar en la semana de comodín y jugar toda la postemporada en su casa: el Levi’s Stadium.

De la mano del head coach Kyle Shanahan, los 49ers son los favoritos de varias casas de apuestas de Las Vegas para ganar el Super Bowl y en HSM queremos aprovechar el momento para analizar un poco a esta maquinaria de fútbol americano.

La dinámica ofensiva de los San Francisco 49ers

En la NFL existen muchos ataques temibles, pero el de los 49ers sencillamente es una máquina perfectamente aceitada que se convierte en una pesadilla para cualquier línea defensiva.

Shanahan tiene a su disposición un grupo de jugadores capaces de explotar el juego aéreo y terrestre de tal manera que es prácticamente imposible adivinar o proyectar el tipo de jugada que ejecutarán.

Como líder de ese ataque tenemos a Brock Purdy, uno de los candidatos al MVP de la liga, quien terminó líder de la liga en promedio de yardas aéreas por pase completo (13.9) y rate de QB (113.0), también consiguió 31 pases de anotación, apenas lanzó 11 intercepciones y completó el 69.4% de sus pases en 444 lances.

Con ese nivel de precisión es prácticamente imposible desaprovechar a receptores élite como Deebo Samuel, Brando Aiyuk y el ala cerrada George Kittle, los mismos que ayudaron para que su conjunto fuera primero en promedio de yardas netas, con 8.4, y fueran segundos en TD por aire con 33.

Pero, el arsenal ofensivo de los muchachos de la Bahía no queda ahí. Los 49ers cuentan con probablemente el mejor corredor de la liga, Christian McCaffrey, quien apunta a recuperarse para el Juego de División tras tener molestias en una pantorrilla.

A pesar de no jugar en la última semana, McCaffrey terminó como líder en yardas terrestres con 1.459 y por segunda vez en su carrera fue primero en yardas totales fuera de la línea de golpeo con 2.023, por lo que no extraña que nadie anotara más TD totales que los 21 (14 por tierra y siete por aire) que consiguió.

Sólida defensa tanto por aire como por tierra

Por lo general los favoritos se caracterizan por ser equipos bastante sólidos en todas sus áreas, pero siempre con un aspecto del juego donde por supuesto se desempeñan mejor.

Sin embargo, lo que más asusta de estos 49ers es que la defensiva del equipo es tan buena o mejor que la ofensiva. Y eso es mucho decir.

San Francisco 49ers

San Francisco apenas permitió un promedio de puntos por juego de 17.5, el tercero más bajo de toda la liga, mientras que los rivales apenas llegaron 44 veces a la zona roja, la segunda menor cifra dentro del circuito.

Pocos fueron los equipos que intentaron batir a los 49ers usando el juego terrestre. La línea defensiva de San Francisco fue la que menos acarreos en contra vio en toda la liga ya que apenas concedieron 1.525 yardas y 10 TD por tierra, la tercera y cuarta menor producción de todo el circuito, respectivamente.

Buscando alternativas para escapar del muro terrestre, los rivales comenzaron a jugar por el aire. ¿Adivinan qué sucedió? Pues tampoco consiguieron hacerles daño.

La secundaria de Shanahan fue la que más intercepciones registró en el año con 22, los rivales solo consiguieron un promedio de 5.4 yardas netas por pase y fueron séptimos en capturas de QB con 48.

Rendimiento que además le permitió a los 49ers meterse el juego al bolsillo desde temprano, ya que anotaron hasta 76 puntos en su primera serie ofensiva del duelo, la cifra más alta para cualquier equipo de la NFL desde el 2000.


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Henry Roldán

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