Lluvia de críticas han caído sobre Omar López y Silvino Bracho tras la eliminación de la selección venezolana del Clásico Mundial de Béisbol a manos de los más recientes campeones, Estados Unidos. La representación de Venezuela llegó a cuartos de final del WBC siendo la única, junto con Japón, invicta en el torneo. Fueron capaces de ganarle en fase de grupos a República Dominicana, Puerto Rico, Nicaragua e Israel.

Lo doloroso de la salida de Venezuela del mundial fue la forma en la cual Estados Unidos remontó el juego. Cuando los criollos ganaban 7-5, el campocorto y último bate del Team USA, Trea Turner, conectó un grand slam por el jardín izquierdo, en la alta del octavo episodio, que les dio la ventaja definitiva de 9-7 a los norteamericanos.

Precisamente por estar tan cerca de vencer a los locales, en el Loan Depot Park, es que surgió la frustración general en los fanáticos venezolanos. Algunos aplaudieron la muy buena actuación del equipo en toda la competencia; otros simplemente se dedicaron a criticar e insultar incesantemente a la novena criolla por haber caído en los cuartos de final del WBC frente al lineup más complicado de todo el mundo.

Como es costumbre cuando un equipo no obtiene los resultados deseados, el manager fue el primer señalado. Omar López, a través de redes sociales, fue insultado por miles, criticado sanamente por centenas y apoyado incondicionalmente por muy pocos. Y es que, ciertamente, el dirigente de la selección nacional tomó una decisión errada al dejar a José Quijada más tiempo de lo que debió. El zurdo terminó con dificultades la séptima entrada y, al entrar en la octava, se le notó bastante descontrolado en sus rectas y picheos rompientes. Producto del deficiente rendimiento de Quijada, el Team USA llenó las almohadillas sin outs y, justo en ese momento, Omar López decidió enviar al montículo a su relevista de confianza, Silvino Bracho. Ahí, desafortunadamente, llegó el batazo de Turner que volteó la pizarra.

Lo cierto es que me parece injusto condenar a un manager por tomar una mala decisión sin reconocer que a lo largo de toda la competencia había hecho un trabajo perfecto. Consiguió elaborar un roster que combinaba experiencia con juventud, supo crear un ambiente de hermandad en el dugout y se encargó de aplacar los egos que pudiesen existir en el vestuario. Son cosas intangibles, pero que, al final del día, marcan la diferencia en el desempeño de las plantillas; de hecho, gracias a estas pequeñas labores, Venezuela fue capaz de terminar invicta en primera ronda y lucir como una de las favoritas para quedarse con el título mundialista al finalizar tal instancia del torneo.

Tal como mencione al inicio del escrito, Silvino Bracho fue otro de los protagonistas que más insultos recibió por parte de los aficionados. Antes del duelo contra USA, el lanzador zuliano estaba completando un Clásico Mundial sin fisuras: 3.0 IP, 1 H, 0 CL. Y de allí surge la pregunta: ¿un único picheo que se le quedó en el medio de la zona de strike contra el bateador que no debía y en el momento menos adecuado, le arruina toda la gran labor que realizó en el torneo? Para mí no. Silvino llegó para «apagar el fuego» en un inning que estaba comprometido (3 en bases sin outs) y, salvo por el jonrón, terminó retirando sin problemas a Mookie Betts, Mike Trout y Paul Goldschmidt.

El crédito siempre es para el bateador. Trea Turner es un «jugadorazo» y para él es toda la gloria del batazo…

Concluyo con la frase escrita por Silvino Bracho a través de su cuenta de Instagram: “Es fácil detrás de una pantalla ser manager o un pitcher Cy Young”.

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David Benítez - @davidbedeportes

Estudiante de Comunicación Social | Locutor profesional | Redactor para Hispanic Sports Media y Meridiano Online

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