Atlético de Madrid destrozó al Real Madrid y conquistó la Supercopa de Europa, ganando en tiempo extra 4-2 en el duelo disputado en Tallin. Los colchoneros miran el inicio de la Liga inspirados, mientras que los merengues tendrán que pensar cómo reforzarse en las dos semanas que quedan de mercado.
El primer duelo oficial tras el adiós de Cristiano Ronaldo deja más dudas que certezas en la Casa Blanca de los ganadores de la Champions League. Un equipo que comenzó dominando, pero que se disolvió con el paso del tiempo, tiene que sufrir la baja de un goleador y un líder como el portugués, emigrado a la Juventus de Turín.
Al frente, el tanque dirigido por Diego Pablo Simeone, campeón de la Europa League, cada vez luce con mayor fuerza, imposible de detener.
Costa, inspirado
A los 49 segundos del partido inauguró el marcador Diego Costa. El hispano-brasileño se llevó a Raphael Varane en velocidad y remató de derecha, con potencia, ante la floja respuesta de Keylor Navas en su poste izquierdo.
Pero el Madrid hizo el intento de dominar como en los viejos tiempos. Karim Benzema apareció por el centro y remató de cabeza un extraordinario centro de Gareth Bale, desde la derecha, para el empate al 27.
Luego de una mano de Juanfran en el área, Sergio Ramos igualó de penal, al minuto 63, venciendo al arquero Jan Oblak. El capitán merengue, heredero de Cristiano Ronaldo en el cobro desde los doce pasos, realizó dos “paradinhas” y disparó a la izquierda del esloveno, engañado y lanzado hacia el otro costado.
La palabra rendición no está en el diccionario del Atlético, mucho menos en la parte asignada a Costa.
El delantero volvió a superar a Varane y esperó el “pase de la muerte” lanzado por Ángel Correa, chutando a placer para el 2-2.
Marcelo estuvo a punto de marcar el gol de la victoria en la última jugada del tiempo reglamentario, pero el brasileño no pudo rematar de volea.
Prórroga para el Atlético
En el tiempo extra llegó el golazo de Saúl. El español recibió el centro de Thomas Partey desde la izquierda y remató de volea, con potencia, imposible de detener para Navas al 98.
Koke colocó el cuarto tanto de los colchoneros al 104, luego de un fallo de la defensa merengue, con asistencia de Vitolo.
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