Con 25 años Neymar ya roza números de leyenda. Poco a poco se convierte en un protagonista absoluto del fútbol mundial y luce como el futbolista indicado para tomar el testigo de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, ganadores del Balón de Oro desde el 2008 en adelante.

Con toda una carrera por delante, el brasileño ya forma parte de una selecta lista de ocho jugadores que ya ganaron la Copa Libertadores y la Liga de Campeones: Dida, Cafú, Carlos Tévez, Juan Pablo Sorín, Roque Junior, Walter Samuel, Ronaldinho y él.

Más allá de sus logros colectivos, en lo personal repunta. Ha demostrado que a su edad no le resulta un peso cargar sobre sus hombros a sus equipos.

Con el protagonismo compartido en el Barcelona en esta temporada pudo ser el protagonista más importante en la épica remontada en los octavos de final de Champions frente al PSG.

Con la camiseta de su selección nacional, la historia es aún mejor para el ex de Santos.

Es cuarto en la lista de goleadores históricos de la pentacampeona del mundo con 55 tantos igualado con Romario y solo superado por los míticos Ronaldo (68) y Pelé (77). Además con su talento lideró a la selección olímpica en los pasados juegos de Río 2016 a conseguir el oro olímpico, el único título que le faltaba al fútbol brasileño.

La canarinha viene en franco ascenso desde la llegada de Tite, que ya los tiene en Rusia 2018, siendo desde ya una de las candidatas con, por supuesto, Neymar a la cabeza.

Parece cuestión de tiempo para que el culé alcance a ser el mejor del planeta.

«Ganar el Balón de Oro es uno de los objetivos que me establecí y sería una victoria personal. Pero no tengo prisa. Las ambiciones personales no son el motivo por el que estoy en esto del fútbol. No juego por ambiciones, juego por qué me da placer. Me gusta ayudar a mis compañeros y a mi equipo. Si todo va bien, los premios individuales ya vendrán», dijo en una entrevista reciente.

De momento, solo resta esperar. Pero la era de Neymar tiene la mesa servida.

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