El Arsenal vence por la mínima al Chelsea en un partido que reflejó más que el marcador

Arsenal y Chelsea se medían en uno de los grandes choques que se pueden ver en la Premier League. Los blues llegaban en plena lucha por consolidarse en los puestos que dan acceso a Champions League. Los gunners segundos pero con un mundo de distancia del sólido líder, el Liverpool. Momento trampa de la temporada para los de Arteta, quienes tienen pocas opciones en Premier pese a ir segundos y el enfoque es decidido a la Champions… Pero no por ello se puede relajar en una Premier tan competitiva.

La primera parte fue un reflejo Premier. Partido de ritmo estratosférico, lleno de ocasiones, corners, mucha velocidad en el juego y un listón alto en las faltas. Por supuesto ya se dibujó un gol en el marcador.

Los primeros quince minutos fueron una locura, dos oportunidades claras de gol para un Arsenal que mandó la primera media hora de juego con neta superioridad. Los de Arteta acosaban la portería de un Robert Sánchez que hizo un error grosero al entregarle a Martinelli un balón que casi obra el primer gol.

Pero el primer gol llegaría en jugada a balón parado, un córner que remataría al fondo de la red un Mikel Merino que está en un momento de forma excepcional. El 1-0 en el electrónico y el Arsenal seguía mandando con un Chelsea que tenía solo chispazos y contras.

Pero los últimos quince minutos de la primera parte serían blues, tanto que la posesión tornó en esos minutos a más de un setenta por ciento para el Chelsea. Cucurella tuvo la mejor oportunidad de gol para ellos que casi acaba en el fondo de la red en un gran error de David Raya a la hora de atajar. La primera parte no dio para más y así marcharon al descanso.

Segunda parte sin descanso en cuanto a ritmo

La segunda parte inició con un Arsenal dispuesto a atemperar y rematar desde la posesión al Chelsea. Los de Arteta volvieron a recuperar el dominio y a llevar el control del partido. Pero este encuentro era de alta tensión desde el inicio y rápidamente de nuevo «rompió» a locura la segunda parte.

La velocidad de balón se incrementó nuevamente y llegaría una nueva oportunidad manifiesta de gol del Arsenal para apuntillar. El omnipresente Mikel Merino empaló a portería y Robert Sánchez realizó un paradón en la línea de gol. Este aviso hizo espabilar al Chelsea que se fue metiendo de nuevo en el encuentro y a tener más protagonismo.

El cansancio empezó a pasar factura y el ritmo comenzó a bajar llegados a los setenta minutos de encuentro. El Chelsea tomó más el control, pero era un dominio sin peligro, ya que movían el balón despacio y de lado a lado, sin ideas, sin ritmo.

El partido moría y el Arsenal permanecía tranquilo, con las líneas juntas y defendiendo sin demasiado esfuerzo al Chelsea. Así llegó el encuentro a su final y los de Arteta sumaban tres a la espera de lo que haga el Liverpool.

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Daniel Guillén Pérez - @DaniGuillen23

Redactor digital especializado en deportes, más concretamente en automovilismo, fútbol y ciclismo.

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