Alonso y Sainz han tenido un año en el que sus suertes viajaron por caminos opuestos y aunque 2025 apunta dificil, está lleno de esperanza.
El año empezaba mal para Carlos Sainz tras el anuncio de la llegada de Lewis Hamilton a Maranello en 2025. Sin embargo para Fernando Alonso, tras la buena mitad de año en 2023 el coche prometía y podía ser de nuevo un año ilusionante, con podios, y quizá una victoria tras más de una década persiguiéndola de nuevo.
Pero nada más lejos de la realidad para ambos. El destino es caprichoso, y lo es más en Fórmula 1 por mucho que haya inercias que apunten hacia un lugar concreto.
Fernando Alonso fue todo y más para un Aston Martin que casi acaba como el equipo con peor rendimiento.
Desde Aston Martin habían parecido focalizar el coche de 2024 como una mejora en todas las áreas, tanto las que eran óptimas en su coche de 2023 como en las que necesitaban una buena revisión. Esta apuesta de mejora total demostró ser un error. Se equivocaron con la concepción del coche y, no sólo no mejoraron, sino que perdieron las virtudes del coche.
Con ello ha tenido que lidiar y lastrar Fernando Alonso todo el año. Lejos de volver a subir al podio e ir buscando otra victoria y abrir el camino hacia un nuevo futuro campeonato, ha tenido que sacar lo mejor de sí para puntuar. Como es costumbre en Alonso, saca todo y más del coche, en especial cuando el coche tiene poco, y sacándose de la manga todo tipo de ingenios para sobrevivir por delante. Como muestra, la carrera de Japón de este año. Un sexto puesto obrado con maestría tirando tirando de ingenio en el juego de gap con sus perseguidores.
En el primer tercio de año el coche medianamente aguantó pero cuando los demás introdujeron los primeros updates, Aston Martin se cayó. A partir de Imola el equipo cayó en picado y los resultados no llegaban. Alonso y Stroll penaban en cada GP para conseguir… Nada. Canadá, Baku, Qatar y pocos circuitos más serían en los que Alonso pudo “pescar” algo. Y por supuesto, sacando más de lo que en el coche había. Mucha tarea por delante en Aston Martin, los recursos tanto humanos como técnicos y logísticos los tienen, el piloto también, falta ser EQUIPO.
Carlos Sainz o la lección de profesionalidad
Para Sainz las cosas empezaron mal y definitivamente fueron a mejor. Los golpes más duros, obviamente su salida de Ferrari para 2025 con todo 2024 por delante, un mazazo. También, la operación de apendicitis que le dejó una carrera en el dique seco.
Pero a partir de ahí, Carlos Sainz ha sido y ha dado una lección de profesionalidad, de cómo levantarse en los malos momentos y hacer de los golpes que recibes el máximo empuje hacia adelante. Tras volver de su operación Sainz decidió correr y esa carrera se convirtió en una de sus dos victorias en esta temporada. Impresionante. Pese al DNF de Verstappen en Australia, Sainz manejó la carrera con pericia y como un auténtico “computer”.
El primer tercio de campeonato para Sainz fue sencillamente espectacular. con una regularidad de buenos resultados envidiables. El mejor Sainz en su trayectoria en Fórmula 1 sin duda. En Canadá no terminó y a partir de ahí un ligero bajón que coincidió con la impresionante remontada de McLaren. Pero igual de competitivo.
Los “roces” dialécticos con Leclerc… Más por la parte del monegasco que por la del madrileño, tampoco han hecho perder los nervios al español y ha seguido haciendo gala de un sentido de equipo propio del mejor gregario ciclista.
Nuevamente el último tercio del año se mantuvo la regularidad de Sainz y de nuevo un paso hacia arriba. Todo ello coronado con la tremenda victoria en México, previa pole el sábado. ¿Quizá el mejor fin de semana de Carlos Sainz en Fórmula 1? Los resultados en estas últimas carreras nuevamente fueron brillantes, menos en Brasil, y han dado como fruto su quinto puesto en el mundial de pilotos y su mayor puntuación en un Mundial de Fórmula 1.
Con 2025 ya en el horizonte, Sainz se enfrenta al difícil reto de ayudar a una Williams que lleva años intentando volver a donde le toca, los puestos de arriba. Un piloto como Sainz para ellos es perfecto: espíritu de equipo, gran desarrollador, buen feedback con ingenieros, regularidad en pista, mucha experiencia en otros equipos y gran calidad al volante.
