El piloto español Alex Palou ha culminado su reinado automovilístico en América, con tres títulos de IndyCar, conquistó también las 500 Millas de Indianápolis.
Ganar la IndyCar es uno de los grandes logros del automovilismo, pues es uno de los campeonatos más destacados… Ganarlo tres veces está sólo al alcance de grandes, como Alex Palou quien ha hecho tal gesta y está en camino del tetracampeonato a nada que haga el resto de la temporada medianamente normal, lleva cinco victorias en seis carreras, nada más y nada menos. Pero en la Indy, por encima del propio campeonato está si cabe la carrera de la Indy 500, las famosas 500 Millas de Indianápolis, y ese era un sueño y una meta que Alex Palou tenía fijada a fuego desde siempre, y este domingo por fin se hizo realidad. Palou se convirtió en el primer español en ganar las 500 Millas de Indianápolis, haciéndolo en la 109ª edición de la legendaria prueba.
POV: You just won your first #Indy500! pic.twitter.com/yLpLnyXGJJ
— NTT INDYCAR SERIES (@IndyCar) May 25, 2025
La exultante alegría y las láminas del campeón español eran de recibo, pocos pilotos en la historia tienen el privilegio de haber ganado una de las carreras más míticas y complicadas del automovilismo. Se podría decir que, de la Triple Corona (Indy500, Mónaco GP y 24h de Le Mans) quizá las 500 Millas sea la carrera más difícil. Es una prueba en la que, además de que hay que calibrar muy bien todas las variables y evidentemente demostrar unas dotes de grandísimo piloto, también es la carrera un poco la que en parte “te elige” como se suele decir.
Una victoria trabajada, calculada y con ese toque de suerte que siempre hay que tener
Palou venció por pilotaje y por ser calculador y buen estratega, saber siempre cual era la zona en la que estar de cara a las últimas veinte vueltas, donde se termina de jugar todo y es vital estar bien posicionado. Ese poquito de suerte también apareció cuando se necesitó, y es que, Alex estuvo a punto de dar con su carrera al traste debido a un toque con Felix Rosenqvist.
Palou firmó una actuación magistral en el Indianápolis Motor Speedway, superando en las últimas vueltas al sueco Marcus Ericsson, campeón en 2022, tras una carrera marcada por la tensión estratégica y los incidentes en pista.
Ya avisó la prueba desde el inicio y es que, la misma se retrasó una hora debido a la lluvia. En el comienzo de la misma estuvo marcada por las banderas amarillas y los accidentes que obligaron a los estrategas de los equipos a tener que estar reconfigurando sus estrategias casi continuamente para adaptarlas a las sinergias que se daban en carrera. Scott McLaughlin, Jack Harvey e incluso el mismísimo Robert Shwartzman quien partía en pole salieron mal parados de la carrera.
Mientras, Alex Palou, que partía en una sexta posición bastante ideal, supo mantenerla y “navegar” en esa zona y esas posiciones hasta los momentos calientes de la carrera. Mientras fue sorteando todo tipo de vicisitudes. Los cambios de líder se iban produciendo… Hunter-Reay, Takuma Sato, David Malukas… Hasta trece cambios de líder.
Pero a sólo catorce vueltas para el final, Alex Palou se hizo con el liderato tras adelantar a Marcus Ericsson, ganador de la prueba en 2022. A pesar de la presión del sueco hasta el final y el tráfico de doblados, Palou consiguió aguantar hasta el final para conseguir su codiciada victoria en la Indy500 con la que España pasa a ser el octavo país en tener la Triple Corona.
Trabajo desde la humildad para llegar a lo más alto y una apuesta por América para el éxito
El automovilismo es un deporte caro, muy caro, y para un niño que quiere ser piloto, ese suele ser el primer escalón duro a superar, para él y para su familia. La familia de Palou, humilde y con unos padres muy jóvenes tenían ante si todo un bonito y a la vez difícil reto en ayudar a Alex a cumplir su sueño. Pero con mucho esfuerzo y la calidad del propio Alex Palou el sueño se ha hecho realidad.
El de Sant Antoni de Vilamajor, comenzó su periplo en el karting a los seis años, demostrando rápidamente su valía y que podía llegar a ser piloto profesional. Campeón de España de karting en varias categorías juveniles, a los 16 años debutó en monoplazas, participando en la Eurofórmula Open donde ganó su primera carrera en monoplazas en Nürburgring, después la GP3 donde pese a un buen primer año en la categoría, el segundo no lo fue tanto. Esa segunda temporada de estancamiento casi da al traste con su carrera. Como el mismo Palou dice al hablar sobre ello “Llegué a pensar que ese momento era el final de mi carrera en monoplazas”. Pero, cosas del destino y de estar llamado a hacer algo grande, llegó una llamada para hacer un test en Japón y Alex ni se lo pensó, allí fue y su trayectoria continuaría en la F3 japonesa. Toda una experiencia de vida y profesional. En un país con una cultura muy distinta, sólo, muy lejos de casa y compitiendo en circuitos desconocidos para él.
Pero ya se sabe, lo que no te mata te hace más fuerte, y vaya si le hizo. A su vuelta a Europa, probó en F3 en Europa en 2018 pero decidió apostar de nuevo por Japón y saltó a la Súper Fórmula japonesa, donde fue nombrado “Rookie del año” en 2019 y compitiendo por el título. Las sinergias forjaron su magia y la presencia de Honda en la Indy facilitó que Palou hiciera un test en Estados Unidos que dejó a todos impresionados. El salto a la Indy era claro.
Su desembarco en la Indy se produjo en 2020 donde apenas con tres carreras ya hizo un podio pese a estar en un equipo modesto. Estaba claro que este chico era de otra pasta y sería leyenda en Indy y en el automovilismo mundial. A partir de ahí y tras su fichaje por el equipo Chip Ganassi, el español se ha hecho con los campeonatos de 2021, 2023 y 2024… Una locura a la que podemos sumar el de 2025 casi con total probabilidad viendo sus números de este año. La guinda ha sido esta Indy500. Alex Palou, ese piloto afable y carismático fuera del coche y calculador y agresivo dentro del mismo, es ya leyenda del automovilismo español, americano y mundial después de sus logros. Con sus 28 años aún le queda cuerda y pilotaje para rato.
¿Fórmula 1? Para qué
La Fórmula 1 es un territorio con el que Alex Palou flirteo pero que nunca se ha llegado a concretar. Por pilotaje, trayectoria y… Especialmente títulos, lo merece. Lo sabe él y lo saben todos los implicados en el mundo del motorsport a ambos lados del charco. Pero una cosa está clara, precisamente la valía y lo conseguido por el piloto español hacen que no pueda ir a un equipo cualquiera, sin ninguna duda debería desembarcar en uno de los que se disputan podios y victorias. Y esto él es el primero que lo sabe, así que, si no se da, no tiene ningún sentido el ir cuando en la Indy está haciendo historia. Sea en Indy o sea en Fórmula 1, disfrutemos de un Alex Palou de leyenda.