En un movimiento que sacudió la pretemporada, los Milwaukee Bucks decidieron liberarse del contrato de Damian Lillard y hacerse con los servicios del pívot agente libre Myles Turner, en una operación que ha generado tanto entusiasmo como escepticismo.
El martes 1 de julio, fuentes de ESPN confirmaron que Turner firmó un contrato por cuatro años y $107 millones, con una opción de jugador para 2028-29 y una comisión de traspaso del 15%.
Esta jugada pone fin a las dos turbulentas temporadas de Lillard en Milwaukee, justo cuando el base siete veces All-NBA se encuentra en proceso de rehabilitación tras una rotura del tendón de Aquiles, que lo obligó a someterse a cirugía a principios de mayo.
En lugar de buscar una transferencia tradicional, los Bucks idearon una fórmula financiera: liberaron y estiraron los $113 millones restantes del contrato de Damian Lillard, distribuyéndolos en cinco años sin comprometer sus recursos futuros del draft.
¿Llena Turner el vacío que deja Damian Lillard?
El elegido para llenar el vacío es Turner, un pívot de 2.11 metros (6’11”) que fue pieza clave en más de una década con los Indiana Pacers. Aunque en su momento manifestó su deseo de quedarse en Indiana, el rechazo de la franquicia al impuesto de lujo, agigantado por la reciente lesión de Tyrese Haliburton, abrió la puerta a su salida.
Turner, de 29 años, tuvo una temporada destacada: 15.6 puntos, 6.5 rebotes y 2.0 bloqueos por partido, además de un 39.6 % de acierto en triples, la mejor marca de su carrera. Un perfil ideal para abrir la cancha y proteger el aro, cualidades que encajaron perfectamente en el esquema de los Pacers y que ahora espera replicar en Milwaukee.
¿Acierto o error?
Con Giannis Antetokounmpo en plantilla, el reloj nunca deja de correr. Milwaukee ha sido eliminado en primera ronda en tres temporadas consecutivas, incluyendo una decepcionante derrota en cinco partidos ante los mismos Pacers esta primavera.
Justo fue en esa serie donde Damian Lillard sufrió la devastadora lesión, dejando al equipo con un déficit de $54 millones en su plantilla para esta temporada y pocas opciones en el draft.
El griego ha sido enfático en su deseo de ganar múltiples campeonatos. ESPN informó que Antetokounmpo monitorearía de cerca los movimientos del equipo para evaluar si Milwaukee sigue siendo su mejor oportunidad para competir por el título.
Así, los Bucks optaron por renovar a la mayoría de sus jugadores, salvo el pívot Brook Lopez, quien firmó con los LA Clippers. Además, sorprendieron al mundo con la llegada de Turner, quien representa una versión más joven de Lopez.
Es cierto que Turner desempeñó un rol crucial en el éxito reciente de los Pacers, ofreciendo una combinación codiciada de tiro exterior y defensa interior, la misma que hizo de Lopez un complemento ideal para Giannis. Sin embargo, aunque Turner es ocho años más joven, sus estadísticas fueron prácticamente idénticas a las de Lopez… con una diferencia salarial abismal.
Un costo que deben asumir
Turner triplica el salario de Brook Lopez, y eso sin contar los $22 millones extra que Milwaukee tendrá en sus libros durante las próximas cinco temporadas por haber rescindido y estirado el contrato de Damian Lillard.
Una vez que un equipo toma esa decisión, no hay vuelta atrás: ese monto seguirá pesando sobre el tope salarial, sin posibilidad de reducción o traspaso.
En términos reales, los Bucks están pagando más de $50 millones anuales por tener a Turner, sin contar que aún no han encontrado un reemplazo para la producción de Damian Lillard, quien promedió 24.9 puntos, 7.1 asistencias y 4.7 rebotes por partido, con un sólido 38% en triples.
La plantilla que terminó quinta en la Conferencia Este el año pasado ahora enfrenta el desafío de competir sin su principal generador ofensivo.
En definitiva, la llegada de Turner puede representar una apuesta por el futuro, pero la forma en que se ejecutó deja dudas. En la NBA, el talento cuesta, pero el tiempo dirá si Milwaukee cambió un problema por otro… o si plantó la semilla de una nueva etapa de éxito junto a Antetokounmpo.
¿Qué pasará con Damian Lillard?
El cierre de este capítulo, podría, paradójicamente, representar el mejor giro posible en la historia de su carrera. De acuerdo con fuentes, se espera que Lillard no firme con ningún equipo para la temporada 2025-26.
Esto le permitirá cobrar todo el dinero que se le debe y centrarse en su recuperación durante los próximos 12 a 18 meses, antes de volver al ruedo con una ventaja inédita: la posibilidad de elegir libremente su próximo destino como agente libre sin restricciones.
En efecto, Lillard ya es agente libre, pero no hay motivos urgentes, ni para los equipos, ni para él, de cerrar un acuerdo en este momento.
Por otro lado, como recuerda ESPN, el convenio colectivo de la NBA impone límites estrictos a los aumentos anuales en contratos multianuales. Esto significa que no existe la opción de ofrecerle ahora un mínimo salarial y luego compensarlo con un gran pago en la temporada 2026-27. La lógica contractual de la liga impide ese tipo de maniobras.
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