Los Ángeles Lakers atraviesan un momento espectacular en la NBA. Con ocho victorias consecutivas y una escalada imparable en la Conferencia Oeste, el equipo angelino ha dejado atrás su irregular inicio de temporada y ahora se postula como un firme candidato al título.
En su más reciente victoria ante los Knicks de Nueva York (113-109), LeBron James y Luka Doncic brillaron en un partido que se definió en la prórroga, demostrando por qué los Lakers son ahora un equipo temible.
Pero, ¿cuáles son las claves de esta transformación? Aquí analizamos los tres factores determinantes de este gran momento.
1. La llegada de Luka Doncic
Si hay un punto de inflexión en la temporada de los Lakers, ese fue sin duda el fichaje de Luka Doncic. Aunque la llegada del astro esloveno significó la salida de Anthony Davis y la joven promesa Max Christie, su impacto en el equipo ha sido inmediato.
Desde su debut con los Lakers el 10 de febrero, el equipo ha conseguido un impresionante récord de 9-2, y su influencia en el juego es innegable.
Doncic se ha convertido en el cerebro del equipo, organizando el ataque y distribuyendo el balón con maestría. En sus primeros nueve partidos con los Lakers, ha registrado un promedio de 22.9 puntos, 8.2 rebotes, 7.7 asistencias y 1.7 robos en 32 minutos por encuentro.
Lo más impresionante es su evolución: en los últimos dos juegos ha promediado 12 asistencias y ha elevado su efectividad en triples al 44%, dejando atrás el 24.1% que tenía en sus primeros siete partidos.
2. Un «joven» LeBron James
A sus 40 años, LeBron James continúa desafiando la lógica del deporte. Su influencia en los Lakers va más allá de las estadísticas, aunque estas sean impresionantes. Se ha convertido en el primer jugador en la historia de la NBA en superar los 50.000 puntos combinando temporada regular y Playoffs, y ha alcanzado la marca de 1.000 victorias en temporada regular.
LeBron no solo ha mantenido un nivel de juego de élite, sino que también ha demostrado una increíble durabilidad al disputar 56 de los 60 juegos posibles hasta el momento. Sus números hablan por sí solos: 24.9 puntos, 8.0 rebotes y 8.5 asistencias por partido en 34.7 minutos de juego. Además, su efectividad en tiros de campo es del 51.9% y en triples alcanza un destacado 39.4% (vía ESPN).
Sin embargo, más allá de los números, lo que realmente marca la diferencia es su liderazgo. Su capacidad de adaptación al juego de Luka Doncic y su compromiso en el costado defensivo han sido cruciales para el éxito del equipo.
LeBron continúa evolucionando su juego, sumando nuevos recursos y demostrando que su impacto sigue siendo determinante.
3. La apuesta por JJ Redick
El banquillo también ha sido clave en esta transformación de los Lakers. Tras el fallido intento de contratar a Danny Hurley como entrenador, la franquicia tomó la arriesgada decisión de apostar por JJ Redick, un técnico sin experiencia previa dirigiendo en la NBA.
Sin embargo, lo que en principio generó dudas, rápidamente se convirtió en un gran acierto.
Redick ha demostrado que no solo sabe manejar un vestuario repleto de estrellas, sino que también ha aportado frescura e innovación al juego de los Lakers. Su enfoque táctico ha sido fundamental para potenciar las fortalezas del equipo.
Entre sus principales aciertos se encuentran la implementación de más jugadas preparadas en ofensiva, mejoras en la defensa de conjunto, haciendo que el equipo sea más sólido en su propio aro, rotaciones inteligentes que han permitido una mayor eficiencia en cada partido, y un plan de juego bien estructurado que ha permitido explotar al máximo el talento de la plantilla.
Bajo la dirección de Redick, los Lakers han encontrado una identidad de juego clara y efectiva, convirtiéndose en un equipo con grandes aspiraciones.
El presente de los Lakers es inmejorable y su futuro luce aún más prometedor. La combinación de la llegada de Luka Doncic, el liderazgo de un LeBron James eterno y la estrategia innovadora de JJ Redick han convertido a este equipo en un serio aspirante al título. Uno muy serio.
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