Este viernes, Salvador Pérez alcanzó un hito significativo en su carrera al conectar su doble número 300 en las Grandes Ligas durante el juego entre los Reales de Kansas City y los Tigres de Detroit en Comerica Park. Con ese logro, el veterano se convirtió en el primer receptor venezolano en alcanzar tal cifra y en apenas el quinto latinoamericano en lograrlo.
Solo Yadier Molina, Benito Santiago, Tony Peña e Iván Rodríguez eran los únicos catchers nacidos en territorios de América Latina que han sido capaces de llegar a tal cantidad. A partir de esta noche, el oriundo de Valencia formará parte.
El batazo llegó en la tercera entrada del encuentro con una línea potente hacia el jardín izquierdo que no solo lo puso en posición anotadora, sino que también inscribió su nombre en un club selecto dentro del béisbol. A sus 35 años y en su decimocuarta temporada en la MLB, el capitán de los Reales continúa demostrando su consistencia y durabilidad en el terreno de juego. Además, no deja de acumular méritos para ser candidato sólido a llegar al Salón de la Fama de Cooperstown.
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Salvador Pérez suma un réceord más a su carrera
Desde su debut en 2011, Salvador Pérez ha sido una figura emblemática para los Reales, equipo con el que ha desarrollado toda su carrera profesional. Su palmarés incluye nueve selecciones al Juego de Estrellas, cinco Guantes de Oro, cinco Bates de Plata y el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial en 2015, cuando Kansas City se coronó campeón.
Además de su destacada labor defensiva, “Salvy” ha sido una consistente arma ofensiva. En 2021, estableció un récord para receptores al conectar 48 cuadrangulares en una temporada, superando la marca anterior de Johnny Bench y ahora, en su campaña número 14 dentro del mejor béisbol del mundo, llegó a la gran cifra de las tres centenas de biangulares.
El hito de los 300 dobles resalta tanto la longevidad y productividad de Salvador Pérez como su impacto como uno de los mejores caretas en la historia del juego, posicionándolo entre los más grandes receptores latinoamericanos en la historia de las Grandes Ligas. Cada logro refuerza cada vez su legado y lo acerca aún más a una posible futura inducción al Salón de la Fama, esa que, tal como lo ha confesado en varias entrevistas, lo ilusiona sobremanera.
