El dominicano Danny Salazar lució tranquilo el domingo, en su primera salida de la pretemporada con los Indios de Cleveland. No hubo dosis adicionales de adrenalina por enfrentar a los Cachorros de Chicago, ni interés adicional por la reedición de la última Serie Mundial.
Fue sólo otro día de trabajo. Salazar resolvió con autoridad dos innings, en el duelo que Cleveland y Chicago empataron el domingo 1-1 en la Liga del Cactus.
«Sólo traté de trabajar en mi recta», explicó Salazar, quien recibió un hit y recetó tres ponches. «Traté de mantener abajo la pelota, y di una base por bolas al primer bateador que enfrenté. Pero después de eso, sólo intenté relajarme y recuperar mi ritmo».
Los Indios fueron afectados por numerosas lesiones durante la temporada anterior, pero se coronaron en la División Central de la Liga Americana y se colaron a la Serie Mundial. Ganaron tres de los primeros cuatro juegos a Chicago, que sin embargo remontó para llevarse su primer cetro desde 1908, al ganar el séptimo compromiso en 10 entradas.
Este nuevo duelo no se asemejó en nada al del otoño pasado. Ambos equipos estaban más interesados en echarles el ojo a distintos jugadores frente a 15.388 espectadores, durante un típico día soleado en Arizona. El manager de los Cachorros, Joe Maddon, consideró que sólo fue otro juego de pretemporada.
Salazar se perdió la última parte de la temporada anterior por un problema de rigidez en el antebrazo derecho, pero volvió en la Serie Mundial y lanzó tres episodios como relevista. El año pasado tuvo una foja de 11-6 y una efectividad de 3.87 en 25 aperturas, antes de lastimarse. Se le eligió al Juego de Estrellas por primera ocasión.
