Qué es la pubalgia y cómo se cura la lesión que frena a Lamine Yamal y Franco Mastantuono

Pubalgia debe ser una de las palabras más repetidas en el mundo del fútbol en las últimas semanas. Jóvenes futbolistas como Lamine Yamal, Franco Mastantuono y Nico Williams la padecen y desde que fueron diagnosticados, su rendimiento en el campo de juego ha disminuido.

Pero aunque esta lesión suene como algo nuevo, lo cierto es que una de las enfermedades que más afecta a una gran cantidad de futbolistas de élite. En el pasado, jugadores como Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y Antoine Griezmann la padecieron y vieron mermado su rendimiento durante el tiempo que demoró su recuperación.

Y es justo ahí en donde está la dificultad de esta lesión, debido a que permite a los futbolistas seguir jugando, pero a costa de un nivel menor y con la obligación de estar menos minutos en el campo de juego si desean que su recuperación sea lo más rápido posible.

¿Qué es la pubalgia y por qué afecta a los jóvenes futbolistas?

De acuerdo al doctor español, Pedro Luis Ripoll, quien está especializado en traumatología, “la pubalgia es un problema que produce dolor en la sínfisis púbica -por encima de los genitales-, que resta rendimiento al futbolista, como es el caso de estos tres jugadores (Lamine, Mastantuono, Williams)”, contó a Daniel Écija en el Twitch de ElDesmarque.

Esta enfermedad suele afectar a las personas que realizan habitualmente actividades o movimientos repetitivos con los miembros inferiores, por lo cual es una lesión común entre los futbolistas. Según Ripoll, el principal motivo por el cual la pubalgia afecta a jugadores jóvenes es “que los músculos aductores, los que juntan las piernas, son especialmente potentes en el futbolista. Entonces, esos músculos, en su inserción en el hueso experimentan unas tracciones violentas”.

Tomando en cuenta que los huesos de las personas jóvenes están inmaduros, estos gestos repetitivos “producen pequeñas microfracturas que dañan la unión del tendón con el hueso, provocando unas imágenes radiológicas que se llaman ‘bocados de ratón’ y son como pequeñas muescas”.

A esta cuestión, también se suma “el hecho de que la pared abdominal es más débil en el atleta joven”, por lo que “todo este conjunto de fuerzas convergen en la pared abdominal que tira hacia arriba (por así decirlo) y los aductores hacia abajo” provocando un “conflicto entre los diferentes tendones” que deriva en este cuadro clínico.

¿Cuáles son los síntomas y cómo afecta a los jugadores?

De acuerdo a los expertos, la pubalgia no es una enfermedad en sí, sino un conjunto de síntomas que son consecuencia de una sobrecarga o lesión de estas estructuras. A pesar de que el dolor suele mostrarse de forma gradual, en ciertas ocasiones puede aparecer de forma brusca luego de un entrenamiento o esfuerzo intenso.

Algunos de los síntomas más comunes de la pubalgia son:

• Dolor al levantarse o cambiar de posición sentado.
• Cojera.
• Sensación de rigidez en la zona púbica.
• Menor rendimiento deportivo.
• Molestias al toser o estornudar.
• Dolor al realizar abdominales o entrenamiento de los abductores.

Si bien los jugadores pueden continuar jugando partidos y la mayoría apuesta por un tratamiento conservador para esta lesión, los expertos revelan que la pubalgia es “extremadamente dolorosa”. Ripoll asegura que ni Lamine, ni Mastantuono, ni Nico Williams han jugado igual que hace algunos meses porque esta lesión provoca “déficit de rendimiento y sensación de inseguridad en la capacidad para desplazarse y desarrollar el juego con el descaro que tienen estos futbolistas”.

¿Cuáles son las causas y cómo se puede prevenir?

El doctor Manuel Viso, experto en medicina deportiva, en una entrevista con Mundo Deportivo, reveló que “la principal causa de la pubalgia es el exceso de trabajo por la competición, con mayor número de casos en jugadores que trabajan más esa zona. En el fútbol suele tener más incidencia en los extremos o centrocampistas que basen su juego en cambios de ritmo rápidos. Igualmente, las lesiones aparecen mucho más fácilmente cuando hay sobrecarga de partidos”.

En cuanto a la prevención de la pubalgia, Viso comentó que “se basa en el trabajo de la zona del pubis, pero según la anatomía del jugador también puede haber propensión a la lesión, ya sea por alguna asimetría en las caderas o por alguna otra causa similar, como el tipo de pisada o el equilibrio del cuerpo”.

¿Cuál es el tiempo de recuperación de esta lesión y cómo se cura?

Según el doctor Miguel Ángel Cos, encargado de curar la pubalgia de Messi hace algunos años, “una pubalgia puede durar entre 8 y 16 semanas, el problema es la gestión de cargas. Hay ejercicios como la velocidad, o los cambios de dirección que te hace empeorar, y el fútbol tiene mucho de esto”, explicó en una entrevista en Onda Cero.

“No debes dejar de entrenar, pero hay ejercicios que no puedes hacer como el rondo. La operación es cada vez menos frecuente, pero se contempla en personas que llevan mucho daño”, comentó Cos, quien también apuntó que para él, la pubalgia no se trata de una lesión relacionada con la edad o la actividad física que lleva un futbolista.

En este sentido, hace referencia lo que vivió Messi: “Su primera pubalgia fue cuando subió al primer equipo, pero ya estaba en la absoluta de Argentina y se debía a la sobrecarga de partidos. Hay proporción entre la inmadurez ósea y los picos de cambios hormonales”.

Tomando todo esto en cuenta, el tiempo de recuperación de la pubalgia dependerá únicamente de la evolución de cada jugador. En algunos casos, esta suele presentarse únicamente durante un corto periodo de tiempo y aliviarse sin presentar grandes complicaciones, pero en otros puede llegar a ser una dolencia crónica.

El tratamiento dependerá del grado de la lesión y las características individuales del paciente. Para recuperar al jugador, los médicos suelen seguir un enfoque multidisciplinar que incluye reposo, corrección de la postura, técnicas de fisioterapia e incluso tratamiento farmacológico.

La aplicación de frío en zonas localizadas así como técnicas de electroterapia o punción seca pueden ser también de gran ayuda, aunque lo más ideal sería que estos jugadores limiten al máximo su tiempo de juego para acelerar su recuperación.

De acuerdo al doctor Manuel Viso,“en cuadros leves (los jugadores) ya están listos para competir tras un periodo de cuatro a seis semanas de descanso. En casos importantes se puede alargar hasta los dos o tres meses, pero solo entre un 5 y un 7% de los deportistas requieren de cirugía. Además, hay un 90% de pacientes que se curan tras una intervención, el otro 10% suele ser porque se operó demasiado tarde”.

A pesar de que parece que cada vez más son los jugadores que presentan pubalgia, el doctor Cos resaltó que esta es una molestia habitual en la trayectoria de muchos jugadores y que no son pocos quienes la experimentan en alguna etapa de su carrera.

En este sentido, el fisioterapeuta considera que“es una patología muy frecuente, no solo en el fútbol… Aunque parezca un contrasentido, es más fácil tratar una patología aguda como la rotura de un cruzado, que una patología crónica que te permite entrenar y jugar, pero va mermando tu rendimiento”.

Y añadió: “Han pasado semanas y el pico de dolor va aumentando y a veces desaparece, algo que se vio en el partido de Lamine Yamal ante el Madrid. El descanso absoluto no es una buena recomendación en este caso”.

De momento, Lamine Yamal sigue jugando, pero Nico Williams y Franco Mastantuono están fuera de las canchas mientras trabajan en su recuperación. El tiempo dirá cuánto tiempo les tardará en superar esta lesión y volver a su mejor nivel.

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