Pasaron de ser subestimados a convertirse en protagonistas. Al comenzar la postemporada, pocos apostaban por los Indiana Pacers, pero su sorprendente e inspiradora campaña en la Conferencia Este ha dejado claro que no serán ignorados otra vez.
Con 50 victorias en temporada regular y como cuartos cabezas de serie, los Pacers parecían un equipo competitivo más. Sin embargo, un inicio lento de campaña escondía su verdadero potencial como aspirantes al título.
El camino de Pacers en postemporada
La advertencia llegó temprano, cuando eliminaron con autoridad a su nuevo archirrival, los Milwaukee Bucks, en tan solo cinco partidos. Pero fue ante los Cleveland Cavaliers —que habían acumulado 64 triunfos— cuando Indiana dejó de ser promesa para consolidarse como una potencia en ascenso.

Ese impulso los llevó a una final de conferencia electrizante frente a su histórico adversario, los New York Knicks. En una especie de viaje al pasado, los Pacers volvieron a vencer a los Knicks como lo hicieron en su única aparición en las Finales del año 2000.
Esta vez, lo hicieron gracias a su ofensiva de élite, que arrasó en seis juegos, con figuras que brillan con luz propia.
Haliburton y Siakam, las claves
Tyrese Haliburton ha firmado una postemporada consagratoria, promediando 18.8 puntos, 9.8 asistencias y 5.7 rebotes, con lanzamientos decisivos en momentos clave. A su lado, Pascal Siakam fue fundamental y terminó siendo nombrado MVP de las Finales de Conferencia, luego de encadenar tres partidos de 30 puntos en la serie.

Al mando, el estratega Rick Carlisle, campeón con los Mavericks en 2011 y definido por Haliburton como un sabio, ha sabido orquestar el ascenso del equipo.
Estadísticamente, de acuerdo con ESPN, el argumento es sólido: Indiana ostenta la segunda mejor eficiencia ofensiva de estos Playoffs, con 117.7 puntos por cada 100 posesiones.
Los Pacers nunca se rinden
Su estilo vertiginoso, la profundidad de su banca y la capacidad de jugar con intensidad los 48 minutos han sido claves para lograr algunas de las remontadas más asombrosas de la historia reciente.

En el Juego 5 ante los Bucks, estaban siete puntos abajo con solo 40 segundos por jugar. Luego, en el Juego 2 contra los Cavaliers, otra vez perdían por siete a falta de 50 segundos. Y en el Juego 1 frente a los Knicks, la desventaja era de 14 puntos con apenas 2:51 en el reloj.
En todos esos duelos, los Pacers no solo sobrevivieron: ganaron.
Ahora, con la confianza en lo más alto y la ciudad llena de ilusión, el próximo capítulo de esta epopeya comienza este jueves 5 de junio, cuando arranquen las Finales de la NBA en el Paycom Center, hogar del Oklahoma City Thunder. No esperen que los subestimados Pacers se rindan fácilmente, ni siquiera con el escenario en contra.
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