La Gran Final de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional ya tiene fecha de inicio así como equipos confirmados. Los Cardenales de Lara y los Bravos de Margarita se verán las caras en una serie al mejor de siete compromisos que definirá al nuevo monarca de la pelota invernal criolla y al club que representará al país en la Serie del Caribe 2025 de Mexicali.
Ambas escuadras se notaron muy superiores al resto en el round robin 2024-25, siendo las únicas capaces de recopilar un registro de victorias por encima de .500 y de llegar al doble dígito de juegos ganados. A su vez, destacaron por presumir de los mejores rendimientos del pitcheo a lo largo de todos los playoffs, aspecto que fue fundamental para la consecución de sus clasificaciones.
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Cardenales es el candidato pero Bravos puede sorprender
Al los dos equipos llegar a la instancia definitiva y, además, ambos haber llegado al menos a las 11 victorias, es difícil afirmar con vehemencia que uno de los dos parte como claro favorito cuando cada uno exhibió méritos específicos que los hacen estar listos para competir por el título.
No obstante, si representara una obligación dar a conocer a una escuadra que, a priori, parece con un poco más de probabilidades de quedarse con los máximos honores, esa es la de Cardenales de Lara, aun cuando los Bravos se adueñaron de la serie particular en el round robin con tres victorias y solo una derrota.
Los pájaros rojos ofrecieron un rendimiento ofensivo superlativo desde el primero hasta el último día de postemporada, mientras que destacaron con el segundo mejor pitcheo colectivo entre las organizaciones participantes, solo detrás de, precisamente, sus rivales en la final.
En lo que a bateo se refiere, los crepusculares superan a los pupilos de José Moreno por amplia diferencia. No solo es que atesoran un promedio de bateo de .313 después de 15 partidos jugados -frente a .312 de Bravos en 16 juegos-, sino que lideran en carreras producidas, anotadas, porcentaje de embasado y extrabases con 98, 107, .380 y 47 respectivamente.
Asimismo, aunque terminó siendo superado por los insulares en números grupales de pitcheo, Cardenales no ha dejado de exhibir una buena efectividad de 3.52 y 1.35 de WHIP con 52 carreras limpias permitidas, a falta todavía de un choque por disputar. En contraste, los Bravos presumieron de promedio de carreras limpias permitidas de 3.21 acompañado de 1.31 de WHIP, 97 ponches y 51 carreras limpias.
El aspecto ofensivo y de pitcheo serán sin duda muy importantes en el desarrollo de la final, aunque, ciertamente, la defensa representará un factor esencial para conseguir victorias y, si no, hay que preguntarle a la «Máquina de Guerra». Si hay algo en lo que el combinado neoespartano vapuleó al resto en el round robin fue en el plano defensivo, mismo en el cual sacó amplia ventaja con los demás en errores cometidos, con apenas cinco, y dejó el mejor porcentaje de fildeo (.992). A su vez, y por increíble que parezca, solo fue víctima de una carrera sucia en 16 encuentros encarados.
Finalmente, con cada novena exponiendo claras fortalezas, parece casi seguro que brindarán un espectáculo digno de una de las mejores ligas de béisbol profesional del Caribe. Cardenales de Lara contará con la ventaja de su amplia experiencia jugando finales en la pelota criolla, mientras que los margariteños intentarán coronarse en un año en el que son primerizos en la eliminatoria más importante de la campaña.
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