Con una remontada de siete carreras, los Leones del Caracas superaron a los Tiburones de La Guaira en el Estadio Monumental Simon Bolívar este domingo, 22 de diciembre, en el último duelo de la fase regular 2024-25, correspondiente a un duelo extra que definiría el sexto lugar de la tabla de posiciones.
Con el resultado favorable, después de cinco derrotas consecutivas, los dirigidos por José Alguacil estarán viajando al José Pérez Colmenares de Maracay para medirse a los Tigres de Aragua en la serie del comodín que iniciará tan pronto como el lunes, 23 de diciembre. De conseguir la victoria en condición de visitante, deberán ganar otro encuentro, el jueves, en el mismo escenario.
Por otro lado, Oswaldo Guillén y sus pupilos ponen fin definitivamente a una campaña decepcionante. Después de arrancar como líderes del torneo en las dos primeras semanas, la organización evidenció una debacle colectiva y se desmoronó tanto el rendimiento del pitcheo como del bateo y la defensa. A su vez, los movimientos gerenciales no surtieron efecto en ningún momento de la zafra, más bien fueron reflejo de la desesperación de un club que no conseguía la fórmula para regresar al sendero positivo.
Tiburones de La Guaira cosechan el fruto de una deficiente gestión
Más allá de lo deportivo, los Tiburones de La Guaira estuvieron en el ojo del huracán durante prácticamente toda la justa debido a problemas dentro de la directiva que afloraron al ojo público. Desde los cambios que «desmantelaron» el equipo campeón según la óptica de varios fanáticos, como el de la salida de Danry Vásquez y la salida de Lorenzo Cedrola en la pretemporada, hasta el despido y regreso de «Ozzie» Guillén en menos de 10 horas contribuyeron para que lo deportivo quedara en un segundo plano y se viera reflejado en los resultados.
Luego de una campaña 2023-24 inolvidable, en la cual no solo pudieron coronarse campeones de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, sino que alzaron el título del Caribe en el loanDepot Park de Miami, los escualos decepcionaron a sus aficionados en la vigente temporada, exhibiendo un inconsistente desempeño que no fue suficiente para, si quiera, conseguir un lugar en el comodín.
Finalmente, los Tiburones de La Guaira culminaron el año como penúltimos en el standing con récord negativo de 26-31, exhibiendo la tercer peor efectividad colectiva de la liga y el segundo peor WHIP con 5.72 y 1.73 respectivamente. Esos números fueron su mayor martirio en la zafra, pues aunque los bates respondieron en la mayor parte del año, los brazos no pudieron frenar del poderío de los rivales, haciendo que el diferencial de carreras definitivo fuera de -9, aun cuando fueron el segundo equipo que más anotó carreras (336).
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