Franco Colapinto llegó a la Fórmula 1 con visos de asiento seguro en 2025, pero por el momento la realidad es otra bien distinta.
La Fórmula 1 ha vivido en los últimos diez años la llegada y eclosión de un gran número de jóvenes talentos que han despuntado rápidamente y se han consolidado. No sólo eso, sino que además han ocupado asientos importantes rápidamente y han demostrado que pueden luchar por victorias y algunos por campeonatos.
La llegada poco después de mitad de temporada de Franco Colapinto en este último año barruntaba un nuevo piloto así para la colección. El argentino rápidamente ha demostrado su talento con actuaciones destacadas en Williams. Su primera carrera en la categoría arribó en 12ª posición y en su segunda, en Baku, firmó octavo puesto consiguiendo sus primeros puntos en Fórmula 1. Un resultado notabilísimo comenzando en la categoría reina y además en una Williams que no pasa precisamente los mejores momentos de su historia.
Rápidamente el fenómeno Colapinto se multiplicó con una afición argentina entregada, y con razón. En el paddock sus actuaciones no pasaron desapercibidas y tanto pilotos como el equipo Williams elogiaban al de Buenos Aires. Tanto es así que hasta desde la estructura de Red Bull comenzaron a fijarse en él de cara a un segundo asiento en el aire para 2025 en la estructura de la marca de bebidas energéticas.
Rendimiento, contratos, política y futuro
Después de sus primeras notables primeras carreras para Williams, llegó un bajón de rendimiento suyo y de Williams. Como el propio Alex Albon ha comentado:
«Primero podías entrar en Q2 con una vuelta normal, después tenías que hacer un gran trabajo para conseguirlo».
Estas cosas se notan mucho para un novato en la competición por calidad que tenga. Tanto Singapur como Estados Unidos y México fueron buenos resultados también para Colapinto. Pero a partir de ahí la cosa se torció, especialmente con los accidentes de Las Vegas y Brasil, que lastraron ese rendimiento y buena imagen de cara a su posible continuidad en 2025.
Cuando las cosas se ponen mal, todo parece alinearse en ese rumbo, y es que, el culebrón del segundo asiento en Red Bull continuaba pero Liam Lawson ganaba peso en la posibilidad de ocuparlo. La política de cantera, el desembolso que Red Bull tendría que hacer para fichar a Colapinto y el extra de tener que pagar a Sergio Pérez el dinero que le deben para que se marche dilapidaron toda opción para el joven de 21 años.
La opción RB estaba también, pero de nuevo el dar sentido al programa de pilotos de la estructura Red Bull penó a Colapinto. Los austriacos optaron por subir a RB para 2025 y con ello hacer debutar en Fórmula 1 a Isack Hadjar. Con el resto de asientos ya firmados en los diferentes equipos, Franco Colapinto se queda sin sitio para 2025.
¿Cuáles son sus opciones de futuro? La calidad está ahí y todos los equipos lo han visto y lo saben, por lo que la puerta está entreabierta. Dos bazas juegan muy a favor del argentino para volver a la Fórmula 1. Una es la gran cantidad de nuevos nombres para 2025 en parrilla: Hadjar, Bearman, Doohan, Bortoleto, Antonelli…. La mayor cantidad de nombres nuevos en años. Sólo Bearman, los demás no tienen experiencia en Fórmula 1, Doohan si… Pero sólo una carrera. ¿Que pasaría si alguno de los citados no va bien al cabo de cinco o seis grandes premios? Podría ser Colapinto una opción segura para esos equipos.
Otra buena opción es 2026, el cambio normativo y los finales de contrato multiplicarán seguro sus opciones de volver a la categoría reina. Quizá es esta la más segura de las opciones y seguro el argentino estará preparado para recoger el testigo.
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