Aaron Rodgers demostró que aún tiene mucho que ofrecer en la NFL, liderando a los Bew York Jets (2-1) a una contundente victoria de 24-3 sobre los New England Patriots (1-2) al inicio de la Semana 3 en un choque divisional.
La estrella de 40 años deslumbró a su público en el MetLife Stadium, lugar del cual tuvo que marcharse lesionado la temporada pasada. Pero está de regreso.
Con un rendimiento que incluyó dos pases de anotación, Rodgers no solo llevó a los Jets al triunfo, sino que también dejó claro que aún puede competir al más alto nivel.
“Fue una noche realmente especial”, declaró Rodgers tras el partido, al referirse a los cánticos del público que coreaban su nombre. Y es que el veterano mariscal de campo no perdió la oportunidad de disfrutar su retorno al campo, mostrando una movilidad y precisión que pocos esperaban a su edad.
Rodgers, cuatro veces MVP de la NFL y campeón del Super Bowl XLV, quien es dos años mayor que Jerod Mayo, el entrenador de los Patriots, reflexionó sobre lo que significa seguir compitiendo a los 40 años, enfrentando a rivales que bien podrían ser sus hijos, como el novato Braelon Allen, de 20 años, quien también fue clave en el encuentro: «Es un recordatorio de lo especial que es seguir jugando a esta edad«.
Aaron Rodgers y el cruce de generaciones
El contraste generacional quedó en evidencia no solo en la diferencia de edad entre Rodgers y Mayo, quienes se enfrentaron en 2010 como jugadores, sino también en la presencia de Allen, quien, con solo 20 años, hizo historia en la Semana 2 (victoria por 24-17 sobre los Tennessee Titans) al convertirse en el jugador más joven en anotar más de un touchdown desde 1970.
Aaron Rodgers, quien ha seguido de cerca la carrera de Allen desde que era un joven promesa en la Universidad de Wisconsin, bromeó diciendo que siempre le ha sorprendido la juventud de este jugador: «Es increíble lo que ha hecho Braelon a su corta edad«.
Un Rodgers rejuvenecido
La defensiva de los Jets estuvo imponente, respaldando el gran desempeño de Aaron Rodgers, quien jugaba su primer partido completo en el MetLife Stadium desde su lesión de tendón de Aquiles la temporada pasada.
A pesar de su edad y del poco tiempo de descanso (tres partidos en 11 días), Aaron Rodgers demostró que aún es capaz de evitar presiones y lanzar con precisión, como lo hizo al conectar pases de anotación con Garrett Wilson y Allen Lazard.
Rodgers completó 27 de 35 pases para 281 yardas, sin mostrar señales de fatiga ni secuelas de su lesión anterior: “Me sentí realmente bien. Este partido fue un paso importante para volver a ser el jugador que sé que puedo ser«.
Las palabras de Rodgers resonaron con la afición que lo vitoreaba, reconociendo la calidad del mariscal de campo, quien sigue siendo una pieza clave en las aspiraciones de los Jets.
Por su parte, el entrenador de los Jets, Robert Saleh, elogió la actuación de su mariscal de campo: “Puede que no sea el Aaron Rodgers de antes, pero tiene mucho en esas piernas todavía. Su brazo sigue siendo impresionante, y su mente trabaja a un nivel altísimo”.
Y no es para menos: La brillantez de Aaron Rodgers fue un factor crucial para que los Jets rompieran una racha de ocho partidos sin vencer a los Patriots en casa. Aunque tal vez no vuelva a ser el jugador imparable de hace una década, su liderazgo, experiencia y destreza siguen siendo invaluables para su equipo, que busca alcanzar grandes alturas esta temporada.
El viejo rockero aún sabe cómo brillar bajo los reflectores de la NFL, aunque sea el jugador de mayor edad en la liga.
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