El cambio de ciclo de una selección o al menos una profunda transición se suele ver precisamente por debacle en grandes torneos. Eso es lo que le está ocurriendo a Croacia en esta Euro 2024. La selección de Croacia que en la última década ha sido la mejor Croacia desde aquella de Suker, Boban y otros tantos talentos. Pero todo tiene su principio y su final.
Esta Croacia a la que podríamos bautizar como, la de Modric, está dando sus últimos coletazos en esta Euro. Tras la estrepitosa derrota ante España, rival grande, pero ante la que ya iban perdiendo 3-0 en la primera parte, hoy ha llegado un sonrojo casi peor. El partido de hoy era el de resarcirse, y el clave de cara a pasar de ronda, frente Albania, el único fácil de su grupo.
Pero lo que tenía que ser fácil para ellos ha sido un nuevo descalabro. El partido frente a Albania comenzó ya con una bofetada de realidad casi nada más empezar, ya que en el minuto once los albaneses se adelantaron en el marcador con un gol de Laçi. Estupefacción en las caras de los aficionados croatas y cara de circunstancias en las de sus futbolistas.
Remontar o morir
Tocaba remar, y tocaba remar mucho. Pero a Croacia le afectó el baño de realidad y pese a querer asumir el mando y la responsabilidad del partido, no lograba mover el balón con coherencia, generar jugadas y, mucho menos, ocasiones de peligro. Livakovic de hecho, salvó a Croacia del 2-0 cuando llegábamos a la media hora de juego. La primera parte moriría con un cabezazo a portería de los albaneses salvado de nuevo por el portero croata. Marchaban al descanso y Albania estaba por delante en el marcador y en solidez.
La segunda parte comenzó con una Croacia más decidida y más veloz. Las ocasiones empezaron a llegar para ellos. Strakosha primero y luego Luganovic, los croatas comenzaban a asedia a unos albaneses a los que se les empezaba a acabar la batería.
Tanto fue el cántaro a la fuente que finalmente en el minuto 74 llegó el ansiado empate para Croacia de las botas de Kramaric, con un gran recorte y posterior ejecución. En apenas dos minutos llegaría el segundo gol croata, esta vez, sería Gjasula en propia puerta.
Albania se había desmoronado y su defensa hacía aguas, pero el partido no había terminado. Tras algunas ocasiones de ambas selecciones en los últimos minutos del partido llegaría el bombazo con el segundo gol de Albania para firmar el empate final, de nuevo en los pies de Gjasula, pero esta vez en la portería correcta para él.
Así las cosas, finalizó el encuentro con un empate que no le sirve de mucho a ninguno de los dos y que deja a Croacia, a las puertas de una eliminación a las primeras de cambio más que probable.
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