Comandados por Luka Doncic, los Mavs escogieron no «tirar la toalla»

A las 08:30 P.M., hora del este de los Estados Unidos, Dallas Mavericks y Boston Celtics iniciaron la acción del cuarto juego de las Finales de la NBA. Los locales buscaban alargar la eliminatoria a un quinto encuentro en el TD Garden, mientras que los «Orgullosos Verdes» querían cerrar de una vez por todas la serie y levantar el trofeo Larry O´Brien.

Contra todo pronóstico, considerando los resultados que se habían visto en los tres primeros choques, los Mavs dominaron el cotejo de principio a fin. Ejecutaron una defensa casi perfecta que fue la responsable de anular a una ofensiva de Boston que, después de haber estado por encima del 45 % en los compromisos anteriores, terminó con un 36.6 % de acierto en tiros de campo.

Tras cuatro cuartos de acción, la franquicia texana se impuso por 122-84, superando a sus contrarios en cada uno de los parciales.

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Festival de Luka Doncic y Kyrie Irving para la victoria de los Dallas Mavericks

Con una brecha de 34-21 en el primer parcial, los dirigidos por Jason Kidd sacaron una ventaja que a medida que avanzaba el partido no hacía más que ir en ascenso. A pesar de los esfuerzos de Jayson Tatum por tratar de instar un despertar en su club, los Celtics nunca lograron encontrar un sendero positivo en el choque. Fueron totalmente dominados por unos rivales que, por primera vez en la serie, imprimieron una intensidad superlativa.

Defensa impecable, ofensivas que buscaban al hombre solo y, sobre todo, encajar los lanzamientos desmarcados fueron las claves de los locales para adjudicarse su primer partido ganado en las Finales. Son tres factores que prácticamente habían desaparecido de su ADN en los juegos previos.

Luka Doncic y Kyrie Irving se combinaron para 50 puntos, 11 asistencias y nueve rebotes; siendo, como de costumbre, las principales bujías en el ataque de su club.

Si algo necesitaban los Dallas Mavericks para soñar con ser los primeros de la historia en remontar un 0-3 era una paliza de tal magnitud. Es un impulso anímico formidable para viajar a Boston e intentar devolver la serie al American Airlines Center para un Juego 6.

Kyrie Irving tiene experiencia en remontadas

El panorama de estar abajo en unas Finales de la NBA puede ser nuevo para los jóvenes que integran la plantilla de los Mavs, pero Kyrie Irving conoce esta situación a la perfección. Solo hay que recordar aquella final en 2016 cuando fue pieza fundamental junto con LeBron James para que los Cleveland Cavaliers salieran de un déficit de 1-3 contra los Golden State Warriors y terminaran alzando el título de campeón.

Esta vez el desafío es todavía mayor, pues se trata de venir de abajo de un 0-3, hazaña que ningún club ha podido lograr en más de 78 años. No obstante, como bien se ha comprobado a lo largo de las décadas, en el deporte nada es imposible…

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David Benítez - @davidbedeportes

Estudiante de Comunicación Social | Locutor profesional | Redactor para Hispanic Sports Media y Meridiano Online

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