El pasado domingo, en el juego entre los Guardianes de Cleveland y los Angelinos de Los Ángeles en el Angel Stadium of Anaheim, José Ramírez fue de los máximos protagonistas de la victoria de su escuadra 4-5 en calidad de visitante.
El antesalista dominicano se fue de 3-0 con par de bases por bolas, una anotada y una remolcada en el choque. Lo vistoso de su actuación no estuvo precisamente en su palmarés, más bien recibió todos los focos por una decisión del manager contrario, Ron Washington.
Sucedió en la parte alta de la sexta entrada. La novena visitante estaba arriba en la pizarra por 2-4 y le tocaba a «Mr. La Para» consumir turbo. Una vez se paró en la caja de bateo, aun cuando estaban las bases llenas, recibió base por bolas intencional, haciendo que se sumara la quinta rayita para la novena de Ohio, misma que finalmente terminaría siendo definitoria en el compromiso.
Ese dictamen de no dejar batear a Ramírez ha sido considerado por muchos analistas y periodistas como el «tratamiento Barry Bonds». Vale recordar que cuando el histórico slugger de los Gigantes de San Francisco estaba en su mejor momento y le tocaba batear con almohadillas repletas era difícil que los cuerpos técnicos rivales no se decantaran por enviarlo a la inicial con cuatro malas. Así se cubrían las espaldas de que pudiera conectar un batazo que produjera más anotaciones.
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José Ramírez tiene la confianza por los cielos
Una vez culminó el choque y se consumó el noveno partido ganado de forma consecutiva de los dirigidos por Stephen Vogt, José Ramírez fue abordado por Paul Hoynes, conductor de The Cleveland Baseball Talk Podcast, para hablar sobre la comparación que se le estaba haciendo con Bonds. Inmediatamente después de escuchar la interrogante, el veterano de 31 años no dudó en responder: «Yo soy mejor que Barry Bonds».
Sus palabras han causado un revuelo significativo a través de las redes sociales, considerando que no se está hablando de cualquier pelotero, sino de uno que muchos especialistas consideran como el mejor beisbolista que ha pisado un campo de MLB.
Desde que arrancó la fase regular 2024 de las Grandes Ligas, el tercera base y jugador franquicia de los Guardianes ha exhibido un nivel estelar, siendo nuevamente la principal bujía ofensiva de su club. En lo que va de campaña, es el líder de carreras producidas en las Mayores con 54; a su vez, registra 15 jonrones, 37 anotadas y ocho bases robadas con línea de .266/.318/.537.
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