La situación de Julio Urías y sus casos con la justicia estadounidense parecen no tener un un punto de retorno, por lo que un posible regreso para las Grandes Ligas cada vez es más remoto.
Luego de figurar como uno de los mejores lanzadores de todo el beisbol organizado, quedando como finalista para el Cy Young de la Liga Nacional en par de campañas, se encuentra sin contrato. Asimismo, resulta extremadamente difícil que reciba una oferta de alguna franquicia de la Gran Carpa producto de su accionar fuera de los terrenos de juego.
A principios del mes de septiembre de 2024, «el Culichi» fue puesto bajo «licencia administrativa» por los Dodgers de Los Ángeles después de ser acusado de haber agredido a su pareja cuando salía de un partido de fútbol entre LAFC y el Inter Miami en el BMO Stadium.
Según diversas informaciones de testigos, el exserpentinero de los Dodgers habría halado a la mujer por la cabellera y los hombros en diversas oportunidades.
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Finalmente, se oficializaron los cargos para Julio Urías
De acuerdo al portal web TMZ, este martes Urías habría sido acusado formalmente de cinco delitos menores, casi todos relacionados con violencia de género.
Siguiendo lo divulgado por el medio de comunicación, el pitcher oriundo de Culiacán, Sinaloa, fue imputado de un cargo de agresión conyugal, dos de agresión doméstica que involucran una relación de pareja, uno de encarcelamiento falso y uno de agresión.
Desafortunadamente para el zurdo, su contrato con la franquicia angelina casualmente vencía al terminar la fase regular 2023 y, aunque el club estaba interesado en renovar el acuerdo, perdió todo chance de volver a uniformarse tras inmiscuirse en asuntos judiciales.
La zafra pasada fue en la que logró uno de los hitos más importantes de su trayectoria profesional: convertirse en el número uno de la rotación de Dave Roberts -por encima de figuras como las de Clayton Kershaw, Walker Buehler o Dustin May-.
El rendimiento en su última temporada fue bastante irregular, aunque es cierto que en el mes de agosto comenzó a enderezar el rumbo. Justo cuando venía sumando varias aperturas consecutivas con buen desempeño, terminó su paso por la justa por el incidente extradeportivo.
Ese año terminó con récord de 11-8, 117 ponches, 4.60 de efectividad y 1.16 de WHIP en 117.1 entradas de labor.
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