La temporada 2024 de la MLB estará cargada de grandes emociones gracias al buen nivel que se espera que evidencien no solo los equipos que lucen con nóminas bastante elevadas, sino también aquellos que destacan por plantillas jóvenes y rebosantes de talento que están buscando forjarse un legado en la mejor liga del mundo de béisbol.
En esta oportunidad, es tiempo de repasar la División Este de la Liga Nacional y analizar quién puede ser el próximo candidato para alcanzar la tierra prometida.
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Favorito
Parecería cobarde dar como favorito a los actuales monarcas de la división y el equipo que registró el mejor récord de victorias general en todo el circuito de Ligas Mayores en 2023: los Bravos de Atlanta, sin embargo, todo parece indicar que seguirán siendo los que reinarán en la tabla de posiciones al final de la siguiente fase regular.
En 2023 no solamente fueron muy superiores al resto en el aspecto ofensivo -liderando apartados de HR, CI, CA, AVG, OBP, SLG, OPS…-, sino que en el picheo también destacaron como una novena que expuso una decente labor. Registraron una efectividad conjunta de 4.14 y WHIP de 1.30; además de propinar un total de 1516 ponches a sus rivales (mayor cantidad de la Liga Nacional).
En vista de que su fuerte no estuvo en el cuerpo de serpentineros, la gerencia de la franquicia de la «A» optó, a finales del año pasado, por hacer un cambio con los Medias Rojas de Boston para incorporar al abridor estelar Chris Sale. Por tanto, la rotación se transformaría, en el papel, como una de las que cuentan con más figuras en la MLB: Max Fried, Spencer Strider, Bryce Elder, Charlie Morton y Chris Sale.
En cuanto a jugadores de posición, únicamente sumaron al patrullero Jarred Kelenic desde la agencia libre, pues como bien dice el dicho: «equipo ganador no se toca».
Por lo exhibido en la más reciente justa de las Mayores, en la que presumieron de un balance de 104-58, son los principales favoritos para repetir banderín divisional; aunque no será tarea fácil, considerando que tienen como rivales directos a tres de las organizaciones más difíciles de la Gran Carpa actualmente.
Sorpresa
Puede ser una apuesta más que arriesgada nombrar a los Mets de Nueva York como los que darán la sorpresa en la temporada 2024, después de hayan terminado con una paupérrima actuación la última campaña. Con una de las nóminas más costosas del deporte, finalizaron cuartos en la tabla de posiciones con un récord negativo de 75-87 que los dejó a 9.0 partidos de rasgar un lugar en el comodín del Viejo Circuito.
Adicionalmente, producto del deficiente rendimiento que estaban evidenciando, el grupo gerencial, comandado por Steve Cohen, se decantó por traspasar a sus dos caras de la rotación a mitad de fase regular -Max Scherzer y Justin Verlander-, acción que liberó una significativa masa salarial pero desnudó su cuerpo de abridores.
Todo lo descrito anteriormente pareciera más negativo que positivo y pudiese estar destruyendo por sí solo el argumento de que serán la «sorpresa» del año en curso, mas no todo es oscuro para la organización de la Gran Manzana.
Tienen una plantilla colmada de grandes jugadores que tienen sed de venganza y desean reivindicarse con una fanaticada que terminó excesivamente decepcionada con el desempeño mostrado por el conjunto en 2023. Por otro lado, el dirigente Carlos Mendoza y el nuevo cuerpo técnico traen nuevas y refrescantes ideas para intentar levantar el ánimo de los peloteros y traducir el talento, que ya lo hay, en resultados favorables que les permitan regresar a la postemporada.
Al igual que el caso de los Bravos, el interés de incorporaciones en la temporada muerta se centró en el picheo, pues aunque con el madero no fueron capaces de demostrar gran rendimiento en la justa pasada, es un hecho que calidad de toleteros hay de sobra, comenzando por Pete Alonso, Francisco Lindor, Jeff McNeil, Francisco Álvarez y el propio Starling Marte, que dijo sentirse al 100 % luego de transitar un 2023 hostigado por problemas físicos.
Sean Manaea y Luis Severino fueron los nombres más importantes que adquirieron los neoyorquinos para que se unan, en efecto inmediato, al quinteto de abridores en sustitución de Verlander y Scherzer. De igual manera, firmaron al exjardinero de los Yankees de Nueva York Harrison Bader, quien ha demostrado ser un bate rendidor a lo largo de su trayectoria en la mejor liga del mundo de béisbol.
El regreso del cerrador estelar Edwin Díaz, quien no pudo subirse al montículo en ningún compromiso de la zafra pasada por una lesión en el tendón rotuliano derecho, es otra de las buenas nuevas para el club «Metropolitano», ya que el boricua representa esa pieza de mayor jerarquía en el bullpen y lo demostró en 2022 cuando recibió el premio de Relevista del Año.
Aunque pocos son los que dan a los Mets como candidatos a obtener una plaza para jugar en octubre, está claro que tienen los ingredientes para lograrlo.
Decepción
Aunque exhibieron un sobresaliente nivel de juego en la más reciente justa y, producto de ello, el dirigente Skip Schumaker fue galardonado con el premio Manager del Año de la Liga Nacional, los Marlins de Miami no parecen un equipo «fuerte» para volver a obtener una plaza en los playoffs de la MLB.
La gerencia del conjunto de la Florida fue una de las más pasivas en el mercado más reciente; no se preocupó por fichar a piezas que causaran gran impacto ni realizó ningún traspaso significativo. Las únicas caras nuevas que estarán conviviendo en 2024 con el grupo son el campocorto veterano Tim Anderson, el receptor especialista en defensa Christian Bethancourt y el jardinero Nick Gordon.
Su récord de victorias de 84-78 el año pasado ilustra perfectamente lo ajustado con lo que fueron capaces de conseguir un puesto en el Wild Card, luchando hasta el final para, a la postre, hacerse con el último sembrado de clasificación.
En cuanto a picheo colectivo, figuraron en la octava posición de la Liga Nacional en efectividad con 4.21 y en la séptima en WHIP con 1.29. Por otro lado, presumieron de la segunda mayor cantidad de abanicados de su circuito con un total de 1490 chocolates propinados.
En lo que respecta al bateo de promedio estuvieron muy bien, sumando el segundo mejor average del Viejo Circuito (.259) y la segunda mayor cantidad de imparables (1423). Sus falencias estuvieron en las conexiones de poder (extrabases y cuadrangulares), aspecto que es bastante importante para sumar una cifra de victorias por encima del promedio, pues en la mayoría de los casos es directamente proporcional con la cantidad de carreras impulsadas.
Su porcentaje de slugging de .405 fue el sexto peor de la LN y, con apenas 633, fue el equipo con la menor cantidad de traídas al plato del circuito.
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