Juan Arango tiene 43 años, se retiró en 2017 y la discusión sobre si es el mejor jugador de la historia de Venezuela ya parece cosa del pasado.
Sin embargo, y aunque entre gustos y colores no hay nada escrito, aquí te dejamos los motivos sobre por qué el maracayero está un escalón por encima de los demás.
Nombres hay muchos. En los años 70 se hablaba de Luis Mendoza, con su clase y jerarquía, como el mejor.
Luego vendría Stalin Rivas, con sus gambetas e irreverencia, a surgir en el podio.
Pero Arango los superó a todos, al menos en la opinión de la mayoría. ¿Por qué?
Juan Arango en la Vinotinto
El maracayero revalorizó a la Vinotinto. El boom de la selección nacional lo tuvo a él como motor de juego.
Entre los famosos tres zurdos, Arango imponía el remate.
Mientras Ricardo David Páez colocaba el cambio de ritmo y Gabriel Urdaneta la jerarquía, la labor ofensiva del maracayero abarcaba más.
Sus actuaciones contra Chile en Santiago por el Premundial de 2001, Uruguay en Montevideo, ante Colombia en Baranquilla y Bolivia en Maracaibo le dieron otro nivel a Arango.
Ante las pupilas de la fanaticada y la prensa, como esas acciones no se vieron más…
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En las Copas América de 2007 y 2011 su aporte goleador no fue tan alto, pero sí la jerarquía en el mediocampo, lo que le dio a Venezuela otro rostro en la historia del torneo.
Cuartos de final en 2007 y semifinales en 2011, ambas con Juan Arango como uno de los protagonistas.
¿Qué faltó en su carrera con la selección? La clasificación al Mundial. Fue una misión imposible, pero que nunca se diga que no se intentó hasta el final.
Su labor internacional
En el caso de la labor internacional del maracayero Juan Arango, pocos pueden presumir de una fama como la suya.
Mientras que Mendoza no contó con la oportunidad –en aquellos tiempos ya era difícil ver a un criollo en el fútbol internacional, imagínense en el internacional- y Rivas la desaprovechó, Arango construyó su pedestal.
En México pasó por el Monterrey, Pachuca y Puebla, dejando buenos recuerdos, pero España fue un paso más allá.
Con el Real Mallorca deslumbró en varias presentaciones, con goles frente a gigantes como Real Madrid y Barcelona.
Llegó a portar la cinta de capitán del conjunto balear, un honor que no había sido concedido a ningún venezolano en suelo europeo.
Lo persiguieron las críticas sobre su serenidad en el campo, pero con los tiros libres se defendía, y de qué manera.
En Alemania se vio la mejor versión de Arango, con el Borussia Mönchengladbach.
Allí dictó cátedra de tiros libres, remates de larga distancia y asistencias, consolidándose no solo entre los mejores de la Bundesliga, sino del mundo.
Porque en algún momento opacó en tiros libres a leyendas como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
Ya con el arribo a Xolos y al Cosmos de Nueva York comenzó la curva hacia abajo, y todavía dejó tantos destellos de calidad como para ser escogido MVP de la NASL estadounidense.
Las puertas para los venezolanos en el exterior fueron abiertas durante muchos años por Arango.
Su disciplina, constancia y perfil de trabajador le dieron el visto bueno en cada lugar por el que pasó.
Y eso tiene su valor en la historia del fútbol de Venezuela.
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