A pesar de que esta temporada las lesiones han sido rastreras con los Baltimore Ravens, no debe de haber duda de que dentro de los pasillos del M&T Bank Stadium recorre una sensación deseada y anhelada por muchos: la alegría.
Llegar a ella no ha sido nada sencillo para los Ravens, pero ¿quién dijo que lo sería? Por algo no muchos logran conseguirla.
Baltimore terminó la semana 15 de la campaña como líder de la AFC Norte y como el equipo número uno de la Conferencia Americana con foja de 11-3, récord que también les permitió ser el primer conjunto de la conferencia en clasificar a la postemporada.
Esto lo han hecho a pesar de duras bajas como las de Mark Andrews, el estelar ala cerrada que se fue lesionado en la semana 11 y no volverá a la acción, y la de Keaton Mitchell, el corredor novato que se lesionó ante los Jaguars y no regresará este año a los emparrillados.
Pero ¿cómo han hecho los Ravens para estar por encima de equipos como Chiefs, Dolphins y Bills a pesar de todo esto? Aquí en HSM te comentamos.
La alegría de Lamar Jackson es la alegría de los Baltimore Ravens
Si bien es cierto que la defensa de los Ravens ha sido el gran pilar del equipo esta temporada, los buenos resultados no estarían presentes de no ser por el trabajo hecho por Lamar Jackson.
El quarterback, que no tenía claro si jugaría este año en Baltimore, es candidato al MVP de la NFL al tener a su equipo no solo con la mejor marca de la liga -son colideres del circuito con los 49ers- sino también ubicarlos como los primeros clasificados a la postemporada de la AFC.
Gracias a su contundente victoria sobre los Jaguars, por 23-7, los Ravens aseguraron un puesto en los playoffs y tienen posibilidades de quedarse con la ventaja de localía, todo esto de la mano de Jackson.
La lesión de dos de sus principales running backs sin duda que representa un dolor de cabeza para el head coach John Harbaugh, pero contar con Jackson como guía de su ofensiva es un gran alivio para mejorar la fuerte congestión.
El mariscal de campo, más allá de que no cuenta con números estratosféricos, ha sido un verdadero líder para el equipo. Su 66.3% de pases completos apunta a ser la mejor cifra de su carrera y si bien sus 17 TD por aire no son una cantidad muy alta, apenas registra siete intercepciones en 402 lances.
Por tierra también ha logrado tapar un poco la baja de acarreadores dentro del ataque y, aprovechando una buena línea ofensiva, registra cinco anotaciones y un promedio de 52.9 yardas por encuentro, el más alto para cualquier QB en esta temporada.
Números dignos del mejor Jackson, aquel que en 2019 ganó el MVP de la ronda regular y que había desaparecido por las lesiones y el malestar de no haber conseguido un contrato importante con la organización, ese que finalmente le dieron antes de la campaña y que lo tiene feliz.
Cuervos con una defensa implacable
Ciertamente se esperaba que la defensa de los Ravens tuviera un buen desempeño esta campaña, pero no que llegara a ser considerada de las mejores de la liga.
De hecho, para muchos Baltimore está peleando con los 49ers el puesto número uno de la categoría gracias a un accionar realmente espectacular.
Hasta los momentos nadie ha recibido menos puntos que ellos con 225, mientras que los rivales apenas le anotan 16.1 puntos por compromiso, por supuesto la cifra más baja de todo el fútbol americano.
Registro que va de la mano con lo hecho por la secundaria del equipo, la misma que se ubica como la que menos promedio de yardas netas por pase concede, con apenas 4.1, y la que menos TD por aire permitió con solo 14.
A eso hay que agregarle que los rivales también tienen difícil atacar por tierra, ya que los Ravens solo han recibido cuatro touchdowns por la vía del acarreo, la cifra más baja del circuito, y nadie ha puesto en más aprietos a los QB rivales que Baltimore, ya que sus 50 capturas son el número más elevado entre todas las líneas defensivas.
Cierre con olor a postemporada
Con tres compromisos todavía por disputar, los Ravens todavía no tienen matemáticamente asegurado el liderato de su división y, mucho menos, el puesto número uno de la Conferencia Americana.
Para ello deberán batallar a lo grande, como un pequeño abreboca de los que le espera en los venideros playoffs.
El próximo lunes, en el Monday Night Football de Navidad, los Ravens deberán viajar hasta San Francisco para medirse a los 49ers, equipo con el que comparten el mejor récord de la NFL y la mejor defensa de la liga.
Seguidamente, el calendario de Baltimore no baja sus revoluciones ya que, si bien regresan a casa, deben medirse a los Dolphins, quienes están a solo un juego de ellos en la AFC, y cierran ante los siempre peligrosos Steelers.
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