Tal cual ¨Tarántula¨ en la oscuridad de la madrugada de éste miércoles Kevin Durant se movió para formar lo que puede ser un nuevo ataque letal al campeonato de la NBA en compañía de nombres que en campañas pasadas se quedaron muy cerca de saborear la champaña de celebración en una final.
Los Suns ganaron en todo con esta transacción, uniendo experiencia, juventud (no por K.D), efectividad y hambre de gloria. Durant llega junto a ¨T.J¨ Warren y le da la despedida a Mikal Bridges, Cam Johnson, Jae Crowder, cuatro selecciones de primera ronda y un ¨pick swap¨.
Phoenix logra lo que se quedó sólo en conversaciones la temporada pasada y arma un ¨Big 4¨ con Devin Booker repartiendo 5.4 balones por juego y anotando al menos 26 puntos, Chris Paul moviendo los hilos y creando para asistir 8 veces por encuentro, mientras aseguran otro chance con Deandre Ayton debajo del canasto atrapando 10.3 rebotes, ahora con Durant pudiendo aportar en todos estos apartados y anotando un promedio de 30 puntos cada noche.
La apuesta de los Suns fue con todas las fichas al presente haciendo los movimientos con los nombres que en lista los pueden hacer consagrar el campeonato que les dijo que no en seis juegos ante los Bucks de Milwaukee, ya en tiempos de los 2000, al igual que en 1993 y 1976, un equipo no tan recurrente en instancias finales, pero que siempre que llega hace confiar.
¿Cómo reciben los Suns a ¨K.D¨?
Estando ahora en el puesto número cinco en la tabla de la Conferencia Oeste, jugando 50% mejor desde hace algunas semanas, con la incorporación de Kevin Durant sentido de la rodilla, pero con un pronostico de regreso temprano, la vista segura es que asciendan progresivamente en la tabla hasta la tierra prometida para Phoenix.
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