Silencio, N’Golo Kanté está trabajando. Un siete pulmones, un hombre que se multiplica ayudando a romper en el mediocampo, entregando la pelota a los creadores, dominando a placer. Sin aspavientos, sin reclamos, sin levantar la voz.
Silencio. N’Golo Kanté está trabajando.
Ante el Manchester City en la final ganada por el Chelsea 1-0, el pequeño obrero blue volvió a dar cátedra de cómo ahogar a los rivales. El medio sector es su territorio, y todo aquel que ose pasar con la pelota al pie se lo encontrará.
Con 30 años, ya sabe lo que es ganar el Mundial con su selección, Francia. También probó el dulce sabor de la Premier, con Leicester. Ahora lo hizo en la Champions con el Chelsea.
Los duros orígenes de N’Golo Kanté
Mali fue parte de la Sudán Francesa desde finales del siglo XIX hasta su independencia, en 1959, cuando pasó a unirse a Senegal. En 1960 formó la Federación Malí.
Los padres de N’Golo se fueron a Francia en 1980, buscando mejores condiciones de vida que en la empobrecida y convulsionada Malí. Las cosas no comenzarían fácilmente en Rueil Malmaison, París. Allí nacería en 1991.
Su padre murió cuando N’Golo tenía 11 años, y su madre quedó a cargo de los cinco hijos de la familia, con el futuro mediocampista francés como hermano mayor.
Mientras N´Golo trabajaba recolectando basura, su madre limpiaba casas para sobrevivir. El joven llevaba los desechos a empresas de reciclaje, donde recibía un pago en efectivo a cambio.
La inspiración de la Francia campeona mundial de 1998 le dio el empuje para entrar en el mundo del fútbol. Descendientes de africanos como Liliam Thuram, Patrick Vieira, Marcel Desailly, Zinedine Zidane, unieron esfuerzos para levantar la copa en casa.
Tenía siete años en ese entonces. Para finales de los 90 entró a jugar en el JS Suresnes, una academia de los suburbios de París. Allí era conocido por su pequeña estatura y su gran capacidad para correr los 90 minutos.
En Suresnes también ayudó a entrenar a los más pequeños. Allí aprendería todo de Pierre Ville, que se erigió en su mentor.
De Boulogne a Chelsea, con la gloria en Leicester
Boulogne fue el primer club profesional del mediocampista. Allí jugó desde 2011 hasta 2013, jugando 41 partidos en total, con cuatro goles anotados. Luego dio el salto al Caen, donde estuvo entre 2013 y 2015, sumando seis goles y nueve asistencias en 82 compromisos.
La Premier League, siempre ávida de jugadores franceses, le puso el ojo al pequeño volante. Leicester City lo fichó en la 2015-16, y Kanté resultó fundamental en la conquista del título local para el modesto club.
N’Golo dio cuatro asistencias y anotó un gol en 37 compromisos de la Premier. Ese equipo contaba con nombres como los de Jamie Vardy, Kasper Schmeichel, Danny Drinkwater, Westley Morgan, todos dirigidos por el experimentado Claudio Ranieri.
Los Foxes conquistaron la Premier con 81 puntos, diez por encima del Arsenal.
Chelsea no perdió la oportunidad de hacerse con los servicios de Kanté, que pasó al cuadro blue por 35.8 millones de euros. Desde entonces, el francés ha sido clave en la evolución del equipo londinense, que actualmente es semifinalista de la Champions.
En la 2016-17 alzaron la Premier, y un año después, la FA Cup. Para 2018-19 el turno fue para la Europa League. Y en todos, N´Golo sirvió como el gran motor del medio sector.
Francia, la gran alegría del sonriente N’Golo Kanté
El volante debutó con la selección francesa en 2016 de la mano de Didier Deschamps, alcanzando el subcampeonato de la Euro tras jugar cuatro compromisos. Dos años más tarde, los galos obtendrían el Mundial de Rusia: allí Kanté jugó los siete partidos.
Queda en la memoria la anécdota que lo retrata de cuerpo entero: su timidez era tal que no se atrevía a pedir la copa del mundo para sacarse una foto. Solo la intervención de Olivier Giroud ayudó a que el volante pudiera abrazar el ansiado trofeo.
También se recuerda el partidazo contra Argentina en octavos de final, donde estuvo encargado de marcar a Leo Messi. Los galos vencieron 4-3, y la marca impecable del francés contribuyó a frenar al astro albiceleste.
En total, con la selección francesa tiene 45 partidos, con dos goles anotados.
El coronavirus lo afectó este año de tal manera, que pidió entrenar aparte de sus compañeros como prevención. La tensión en el ambiente, la cantidad de muertes en el Reino Unido, la latente posibilidad de enfermar, todo generó estrés en el volante francés. Se sumó una lesión de muslo que lo alejó de los campos a principios de 2021.
Pero retomaría la confianza y volvería a lo grande, contribuyendo al enorme momento de su equipo en la actualidad. Terminó alzando la Champions League por primera vez en su carrera, erigiéndose en el MVP de la final (ganó el premio MVP en tres compromisos previos desde octavos de final).
Esta nota fue actualizada luego del triunfo del Chelsea en la Champions League, el 29 de mayo de 2021.
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