Quien es amante del automovilismo, si es un verdadero fanático, sigue el rugido de los motores sin importar la categoría. Obviamente la Fórmula 1 tiene su sitial y punto. Pero, tal vez por casualidad o curiosidad, en algún momento habrá visto una carrera de monoplazas eléctricos o mejor dicho, carreras de Fórmula E.
He de confesar que vi la primera carrera hace un par de años, hasta creo que fue la del debut de la categoría y no puedo negar que no me gustó. No puedo asegurar si la razón fue lo lento que me parecieron los monoplazas, que para ser motores eléctricos eran potentes, pero la necia comparación con la Fórmula 1 no pude evitarla; tal vez el asunto de cambiar de auto a mitad de carrera sea la razón. Para hacer corto el cuento, el año pasado pude ver un vídeo de un accidente y lo aparatoso del mismo me asombró. Definitivamente hay avances.
Y esos avances que vive la Fórmula E plantea la inevitable interrogante: ¿la Fórmula 1 dará el salto a motores eléctricos? La respuesta la dio el presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), el francés Jean Todt y fue «nunca».
Aunque Todt admite los avances constantes que la Fórmula E ha hecho, asegura que el Gran Circo es algo totalmente diferente. La gasolina seguirá presente en la categoría reina del automovilismo y nunca abandonará sus orígenes para convertirse en una serie eléctrica.
El también ex director técnico de Ferrari afirma que en la Fórmula 1 se han dado los pasos adecuados en los últimos tiempos, tomando la decisión de ir hacia esa era híbrida que comenzó en 2014, pero nunca llegará a motores eléctricos.
Todt comentó que la Fórmula E sigue su propio camino y ya se tienen una docena de fabricantes que quieren involucrarse y el contacto con algunas de las mayores ciudades del mundo para albergar un gran premio. Hoy hay marcas como Renault que están presentes en F1 y Fórmula E, anhelando que algún día la Scudería sea parte de los monoplazas recargables.