Los Cleveland Cavaliers no tienen margen para equivocarse. Por ello, deberán saltar a la duela con la convicción que de ganar el quinto compromiso que les permita forzar un sexto encuentro y mantenerse con posibilidades de conseguir el título.
Ningún equipo en la historia de la NBA han logrado remontar un 0-3 en un enfrentamiento directo y mucho menos en una final. Cleveland deberá romper ese hito histórico si quiere repetir como campeón.
Resulta difícil cree que los Warriors repetirán una actuación tan pobre como que la que mostraron en el cuarto encuentro. Si bien es cierto que Cleveland pudo ejercer un dominio claro, correr la cancha y encontrar el aporte necesario de sus figuras, los tiradores de Golden State no tuvieron un buen partido, con la excepción de Kevin Durant quien contabilizo 35 puntos.
Las sensaciones que dejó Cleveland luego del triunfo son positivas. Sin embargo, si quieren ganar el quinto juego deberán repetir a cabalidad lo mostrado en el cuarto partido. Eso incluye el aporte de 80 puntos como mínimo que deben hacer LeBron James, Kyrie Irving y Kevin Love.
La temporada pasada los Cavaliers llegaban al quinto juego de la misma forma que la presente temporada, abajo en la serie 1-3. En la final pasada, Cleveland derrotó a los Warriors, pero las circunstancias en la que se desarrollaron aquel quinto partido no son las mismas que las de ahora.
En la presente final los Warriors han lucido solventes en el costado defensivo y letales en el costado ofensivo, a pesar de la derrota en el cuarto partido. Aunada a esto, el contar con Kevin Durant, le brinda un plus importante al equipo. Por estas razones y otras más, es que Cleveland tiene un tarea titánica por delante.
El panorama luce complicado para los Cavaliers. Sin embargo, el conjunto dirigido por Tyronn Lue, se ha encargado de brindar confianza en los encuentros de vida o muerto.