Un gol de Diego Costa abrió el triunfo del Chelsea sobre el Leicester, un campeón de la Premier que parece haber volcado todos sus esfuerzos en la Champions. Sólo así se explica que Ranieri dejase en el banquillo a sus argelinos de oro, Mahrez y Slimani.
El Chelsea de Conte se puso pronto por delante con un remate de izquierda del internacional español, que no pudo rechazar Schemichel. Después, Hazard, favorecido por un rebote, amplió las diferencias ante un Leicester con pocos recursos y menos respuesta.
El triunfo de los blues lo adornó Moses, favorecido por un impresionante pase de tacón de Chalobah. El equipo de Conte mejoró su imagen respecto a pasadas semanas y el Leicester certificó su cuarta derrota en cuatro partidos a domicilio. Su cabeza está definitivamente en Europa.