El Barça de Flick solventó en veinte minutos el choque aplazado ante Osasuna y solidifica su liderato.
Partido aplazado entre Barça y Osasuna para cerrar definitivamente la jornada 27 de La Liga, un encuentro que tuvo que ser cambiado de fecha en su día debido a la triste noticia del fallecimiento de uno de los doctores del Barcelona. Los de Flick llegaban líderes al partido de hoy con ganas de hacer sólido ese liderato.
El Barcelona rápido demostró que quería tratar este choque como si fuera un trámite… Pero un trámite que había que afrontar con toda atención y sin correr riesgos que a veces traen estos partidos fuera de fecha que se suelen convertir en «trampas» para el equipo grande. Los blaugrana abrieron la lata rápidamente, y sería uno de los hombres de rotación de Flick, Ferrán Torres quien inauguraría el marcador. El valenciano dibujó con De Jong una pared exquisita para que finalmente Alejandro Balde centrara y el propio Ferrán la enviara al fondo de la red. Sólo once minutos y el Barça ya ganaba.
Casi sin tiempo para que Osasuna se levantara de la lona después del golpe, Dani Olmo se quedaba sólo ante Sergio Herrera que no tuvo más remedio que hacer penalti para evitar el gol. Pero en el lanzamiento de la pena máxima Herrera forjó un paradón que evitaba el 2-0, aunque el VAR hizo acto de presencia. El árbitro hizo repetir el penalti debido a la entrada al área de algunos jugadores y en la repetición… Dani Olmo ya no erró.
Con el 2-0 el Barça activó el modo control y empezó a dominar los tiempos de la primera parte combinando, no sin fluidez, pero sin un ritmo excesivamente rápido. Pero las malas noticias llegaron para los catalanes en forma de lesión. Dani Olmo se tiraba al suelo tras sentir molestias y tuvo que ser sustituido por Fermin.
La primera parte mantuvo ese juego y ritmo controlador del Barça sin que Osasuna pudiera tener ocasiones, de hecho el propio Ferrán pudo hacer el tercero en una falta directa al travesaño osasunista. Todo indicaba que en la segunda parte llegarían más goles y de hecho, en este partido el Barça se convertía en el equipo con más goles en las cinco grandes ligas europeas.
Segunda parte con un Barça «guardando»
En la segunda parte Flick comenzó a meter cambios para seguir con rotaciones. Los cambios además, fueron con jugadores de los que menos minutos juegan. Pablo Torre fue el primero de ellos en entrar, en sustitución de De Jong. Los segundos cuarenta y cinco minutos habían empezado de nuevo con el Barça mandando y con alguna ocasión peligrosa. Lamine Yamal, Ferrán y Pablo Torre las tuvieron.
La única ocasión clara de gol para Osasuna llegaba cuando el crono marcaba la hora de partido. Centro de Areso que se paseó por todo el área en dirección a Moi Gómez pero que Eric García se encargó de tocar lo suficiente para defenestrarla. Los rojillos empujaban con más ímpetu y como una balanza bien equilibrada, así como Osasuna subía, el Barça bajaba ritmo. Lewandowski entró al terreno de juego en sustitución de un Ferrán que está en su cénit en el equipo culé este año.
Cuando Osasuna mejor estaba llegó la última palada de tierra culé sobre los de Pamplona. Saque de banda para Osasuna y recuperación del Barça en campo propio, cabalgada de Fermín hasta área rojilla, centro y «pichichi» Lewandowski remata de cabeza para hacer el tercero. Minuto 75 y todo estaba ya liquidado.
Pedri y Balde eran sustituidos para la entrada de Pau Víctor y Gerard Martín. Osasuna bajó los brazos definitivamente y el Barça se empezó a gustar, sobre todo en las botas de Fermín y Lewi, aunque sería el recién entrado Pau Víctor quien tendría la última ocasión de gol en una definición que no completó a pase magistral de Lamine Yamal.
El partido ya no daría para más y el Barcelona sumaba tres puntos para coger ventaja en el liderato liguero. Partido solucionado por la vía rápida para los chicos de Flick.