El Atlético de Madrid vence por la mínima gracias a Almada
Atlético de Madrid y Osasuna se medían a la vuelta del parón de selecciones. Los del Cholo se enfrentaban a un rival siempre correoso pero que en casa, y con la plantilla del Atlético, no debería ser gran problema.
Buena cuenta de ello quisieron dar los pupilos del entrenador argentino, puesto que apenas iniciado el partido, cuando sólo habían pasado nueve minutos de encuentro, Alex Baena dispuso el primero en el electrónico con asistencia del siempre protagonista Julián Álvarez. Unos segundos duraría la alegría en el Metropolitano porque el colegiado anuló el gol tras ser llamado a revisión desde el VAR.
Tablas en el marcador de nuevo. Los madrileños habían dispuesto un planteamiento algo conservador, esperando atrás, confiando en las recuperaciones en campo propio y errores rivales para salir. A pesar de ello netamente la primera parte fue suya como era de esperar. Más ocasiones y mayor domínio rojiblanco.
Julián Álvarez y Alex Baena se entienden, se buscan, se encuentran… Es lo que pasa con tanto talento, y en esta primera parte ya se fue viendo, no sólo en el gol anulado, en otras acciones como una en la que acabaron filtrando a Barrios para que conectara con Griezmann. Paradón de Herrera para evitar el primero.
Osasuna tuvo un par de ocasiones a pesar del domínio local, pero los del Cholo mandaban. Nico González protagonizó el susto del partido al tener que ser sustituido después de encontrarse indispuesto minutos después de un choque de cabeza con Torró. Tuvo que ser sustituido el argentino por su compatriota Giuliano. En Osasuna también se produjeron cambio en la primera parte, entró Iker por Rosier. La primera parte finalizaría con empate sin grandes ocasiones de peligro, todo quedaba para el segundo tiempo.
El Atlético cambia de marcha
Comienzo del segundo tiempo y el Atlético de Madrid cambió totalmente el planteamiento. Se fue arriba, a morder en salida de balón, y vaya si se notó. Los primeros veinte minutos tras la reanudación fue un acoso y derribo de los locales. Osasuna casi totalmente metido en su área y los del Cholo filtrando pases al área y colgando centros a la misma.
Las ocasiones se multiplicaban, Gallagher, Sorloth y Almada habían entrado sustituyendo a Griezmann, Koke y Baena en el segundo tiempo. La cabeza del noruego era buscada y el inglés liberaba más a Barrios, Llorente y al propio Almada para sumarse aún más al ataque.
No sólo de filtrar pases y colgar balones al área se alimentaba el asedio atlético, también a base de disparos desde fuera del área, lanzando siete en lo que se llevaba de encuentro.
Finalmente el gol que tenía que llegar, llegó en una conexión argentina entre Giuliano y Almada. El primero encaró a su par ganándole por fuerza y velocidad, encontró la línea de fondo y centró para que Almada la cruzara al segundo palo entre los defensas. Adelantado en el electrónico en el marcador después de merecerlo durante todo el encuentro, el Atlético siguió apretando a un Osasuna que no buscaba con demasiada fuerza agitar el partido.
Cuando el encuentro empezaba a llegar al final, los locales empezaron a jugar con fuego como tantas veces, y empezaron a posicionarse más atrás. Casi les cuesta un disgusto porque Oblak tuvo que hacer una de sus clásicas paradas salvadora ante un remate de Budimir que era gol cantado. No hubo tiempo para más y el encuentro acabó con victoria por la mínima para un Atlético de Madrid que sigue enganchado a La Liga.








