El viernes 2 de junio del año 2000 los Indiana Pacers derrotaron 93-80 a los New York Knicks en el sexto partido de la final de la Conferencia Este. Reggie Miller fue el verdugo y máximo anotador del partido con 34 puntos y Latrell Sprewell fue el mejor de los suyos con 32 unidades pero no pudo evitar la eliminación.
Ni el más pesimista de los aficionados de los Knicks se hubiera imaginado aquella noche en el Madison Square Garden que el equipo no volvería a tener un partido en esa instancia de la NBA en los próximos 25 años.
Stephon Marbury, Carmelo Anthony, Amare Stoudemire y Zach Randolph son algunas de las figuras que hicieron parte de la franquicia de la gran manzana a lo largo de los años y que nunca pudieron pasar de la segunda ronda de los playoffs. Hasta que apareció Jalen Brunson para cambiarlo todo.
Los Knicks dejaron en el camino a sus odiados Boston Celtics en seis partidos y estarán disputando la final de conferencia ante casualmente los mismos Pacers. Brunson tuvo promedios de 26.2 puntos, 7.2 asistencias y 3.8 rebotes en los seis duelos de la segunda ronda y ya muchos analistas empiezan a mencionar que el base de 28 años va encaminado a ser uno de los mejores jugadores en la historia de los Knickerbockers.
Los alrededores del Madison Square Garden fueron una absoluta locura luego del triunfo ante Celtics y la afición del equipo finalmente pudo sacar de su pecho toda esa frustración de tantos años de burlas, decepciones y expectativas no cumplidas.
“Es mi primer año en el equipo y es realmente sorprendente ver la forma en que los aficionados de New York aman a sus Knicks. Es muy emocionante hacer parte de todo esto”, dijo Mikal Bridges luego del compromiso ante Boston.
El hecho de que esta dolorosa racha haya llegado a su fin justo ante Boston le dio un sabor doblemente satisfactorio a los aficionados de los Knicks, teniendo en cuenta la gran rivalidad deportiva que existe entre estas dos ciudades.
“Fue una gran victoria, logramos avanzar y estamos muy contentos pero también tenemos claro que ahora nos enfrentaremos a un sensacional equipo como lo es Indiana, por lo cual tenemos que estar preparados para esa serie”, fueron algunas de las palabras del entrenador Tom Thibodeau.
Ahora los Knicks tendrán varios días de descanso para recuperarse de cara a la batalla ante un equipo de Indiana que también dio la sorpresa al dejar en el camino a los Cleveland Cavaliers. El primer partido de la final de conferencia será el miércoles 21 de mayo en el Madison Square Garden.
