Tyrese Haliburton vivió su peor pesadilla en el momento más esperado de su carrera. Con 4:55 por jugarse del primer cuarto del Juego 7 de las Finales de la NBA, el base estrella de los Indiana Pacers cayó al suelo sin contacto alguno mientras intentaba penetrar hacia la canasta.
Haliburton comenzó a golpear la cancha con frustración mientras sus compañeros lo rodeaban, temiendo lo peor.
Pocos minutos después, los peores temores se confirmaban: rotura del tendón de Aquiles en la pierna derecha. La lesión, según informaron fuentes a ESPN, no solo significó su salida del partido, sino que pone en riesgo su participación en toda la temporada 2025-26.
Mientras era llevado al vestuario, incapaz de apoyar el peso sobre su pierna y con el rostro cubierto por toallas, Tyrese Haliburton dejaba una imagen desgarradora. No volvería a pisar la cancha esa noche.
Rodeado por su familia, observó desde el vestuario cómo los Pacers caían por 103-91 ante Oklahoma City Thunder, quedándose a un paso de lograr un campeonato histórico sin su líder en cancha.
El entrenador Rick Carlisle no pudo contener la emoción: “Se nos cayó el alma a los pies“. Y no era para menos: su jugador insignia había dejado el alma durante toda la postemporada y fue, sin duda, el gran motor de la sorprendente carrera del equipo hasta las Finales.
El esfuerzo de Tyrese Haliburton
El compromiso de Haliburton fue evidente desde antes. En el Juego 5 había sufrido una distensión en la pantorrilla, pero se negó a quedarse fuera.
“Si puedo caminar, quiero jugar“, había declarado. Incluso el día antes del Juego 7, reconocía que su pierna seguía “rígida y dolorida”, pero aún así confirmó que estaría en el partido decisivo.
A sus 25 años, Tyrese Haliburton protagonizó una postemporada legendaria. Promedió 17.7 puntos, 9.0 asistencias y un 46% de acierto en tiros de campo. No solo fue el líder en asistencias de los Playoffs, sino que estableció un récord de franquicia con 197 asistencias en una sola postemporada.
Además, hizo historia al convertirse en el primer jugador de la NBA en anotar un tiro que igualó o ganó un partido en los últimos segundos en cuatro series distintas de una misma postemporada.
Hoy, Haliburton evalúa opciones quirúrgicas para tratar la lesión. El camino hacia la recuperación será largo, incierto y doloroso. Pero si algo ha demostrado esta joven estrella es su capacidad para sobreponerse a la adversidad.
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