La NBA está bien poblada de estrellas. Cada franquicia tiene la suya, sin embargo los meses de competición se encargan de demostrar que más allá de esos focos y nombres principales, de aquellos tipos que absorben el liderazgo, hay muchos otros jugadores que brillaron sin llamar la atención.
De esa lista de hombres, a menudo bajo el radar, pueden señalarse muchos casos de labores sensacionales, noche tras noche, que no obtienen tanto reconocimiento. Que a menudo obtienen muy poco.
Fred VanVleet (Toronto Raptors)

Porque los datos de Toronto con Fred VanVleet en cancha son incluso mejores. Con él sobre el rectángulo, el conjunto de Casey está atacando al nivel de los Rockets y defendiendo mejor que los Celtics. Con VanVleet en pista, los Raptors brillaron y están siendo una máquina de jugar.
Terry Rozier (Boston Celtics)

Conviene porque Terry Rozier ha estado brillando con roles secundarios, vinculados a la segunda unidad y al incremento de energía y alerta defensiva. Y a desempeñarlos bien. Pero con la ausencia de Irving, su rol ha pasado a ser bien distinto y en tramos de tiempo bastante mayores. Uno de los escenarios más difíciles en el baloncesto reside en ser capaz de producir mucho en muy poco tiempo.
Joe Ingles (Utah Jazz)

Defensivamente es su inteligencia y versatilidad (capaz de afrontar muchas marcas diferentes y cambiar de asignaciones tras bloqueos) lo relevante, ayudando a contribuir a la telaraña del sistema de Snyder, pero es en el otro costado donde su peso se incrementa de verdad.
Dario Saric (Philadelphia 76ers)

La salud de Embiid y la aparición de Simmons cambiaban por completo lo vivido el pasado año, donde el croata tuvo mando real en el ataque, incluso a la hora de generar. Pero durante el actual se enfrentaba a un escenario más complejo, con un dilema posicional de fondo que le obligaba a un salto cualitativo en dos áreas clave: el tiro exterior y la defensa. Un reto a decir verdad esencial para descifrar su papel real en el proyecto, a la sombra de los dos prodigios.






