San Francisco fue testigo de una noche de intensidad, drama y redención. En el Chase Center, un renacido Jimmy Butler emergió como el héroe inesperado de los Golden State Warriors.
Butler lideró a su equipo en un cerrado triunfo por 109-106 sobre los Houston Rockets, que deja la serie 3-1 a favor del conjunto californiano en esta primera ronda de los playoffs de la Conferencia Oeste.
Con visibles molestias físicas, pero con el corazón de un guerrero, Jimmy Butler volvió a la cancha tras haberse perdido el tercer duelo por una fuerte caída sufrida en el segundo partido. Cojeando por momentos y con el coxis aún resentido, el alero no se reservó nada.
“Este es el mejor momento del año para todos. Pasamos por muchas cosas para estar aquí. No me gusta perderme partidos, pero estoy de vuelta. Y estoy de vuelta de una gran manera“, afirmó Butler.
Las cifras de Jimmy Butler
Jimmy Butler notó 27 puntos, capturó 5 rebotes y entregó 6 asistencias, convirtiéndose en el factor decisivo en los minutos finales. Letal desde la línea, encestó sus 12 tiros libres, incluyendo cinco en el último minuto, silenciando a los Rockets justo cuando más importaba.
El encuentro fue una auténtica batalla. Marcador empatado en 10 ocasiones, 11 cambios de liderazgo y una tensión creciente minuto a minuto. Con Stephen Curry apagado en los triples (2 de 8 y 17 puntos), el inesperado socio fue el novato Brandin Podziemski, que firmó 26 puntos con una actuación brillante.
Draymond Green, por su parte, vivió una montaña rusa emocional. Expulsado temporalmente tras acumular una doble técnica y una flagrante, reapareció disciplinado en el último cuarto para sellar la defensa y poner candado al aro de Golden State.
Del lado texano, los jóvenes Houston Rockets —segundos del Oeste en la temporada regular— volvieron a mostrar sus dos caras: la energía y el talento, pero también su falta de experiencia en partidos de alto voltaje. Alperen Sengun se lució con 31 puntos y 10 rebotes, y Fred VanVleet clavó 8 triples en camino a sus 25 puntos, pero la ofensiva global del equipo no encontró soluciones en los momentos clave.
Intensidad, polémica y la esencia de la vieja NBA
El clima tenso no se limitó al juego. El segundo encuentro de la serie, donde Jimmy Butler sufrió la dura caída que lo dejó fuera del tercer partido, estuvo marcado por el contacto físico, roces e interrupciones. Fue ahí donde se desató la tormenta.
En el Juego 4, con el marcador igualado a 36 puntos, una fuerte pantalla de Draymond Green sobre Amen Thompson encendió los ánimos. Dillon Brooks cometió falta sobre Stephen Curry, lo que desencadenó una reacción en cadena, especialmente entre Brooks y Butler.
Curry, Brooks y Green recibieron faltas técnicas, mientras que los jóvenes Quinten Post y Jabari Smith Jr. protagonizaron un intercambio de gestos que no pasó a mayores.
Más tarde, con poco menos de tres minutos en el reloj del cuarto periodo, el conflicto volvió a explotar. Una jugada dividida entre Green y Tari Eason terminó con ambos en el suelo y con la pierna del jugador de los Warriors sobre el cuello del rival. Resultado: falta flagrante uno para Green y técnica para Eason.
Los ánimos calientes, las faltas y las caídas dolorosas solo han elevado la temperatura de esta serie que ha tenido de todo: espectáculo, intensidad, polémica y una figura renacida.
El próximo capítulo se vivirá este miércoles en Houston, donde los Rockets intentarán mantenerse con vida, mientras que los Warriors buscarán sellar el pase a las semifinales.
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