Cuando los vientos de los Playoffs soplan con fuerza, hay una ciudad y su equipo que ya se prepara para otra tormenta gloriosa: Boston Celtics. Una franquicia legendaria que vive y respira baloncesto, parecen haber encontrado el momento perfecto para rugir otra vez.
Con 11 victorias en los últimos 12 juegos, un vestuario sano y un equipo más compenetrado que nunca, los celtas no solo sueñan con el título: lo quieren dos veces seguidas, algo que nadie ha logrado desde los Warriors de 2017 y 2018.
El TD Garden se viste de esperanza una vez más. No es solo que hayan ganado la División Atlántico por cuarta temporada consecutiva, sino que el espíritu competitivo de este grupo parece más maduro, más determinado y más peligroso que nunca.
Los Celtics llegan a la postemporada con un objetivo claro: volver a las Finales del Este y revalidar el campeonato. ¿Qué los hace favoritos? Hay, al menos, tres razones de peso.
1. La defensa, el estandarte de Boston Celtics
En una liga dominada por la ofensiva, los Boston Celtics han apostado por algo más difícil de construir: una defensa sólida, consistente y efectiva. El coach Joe Mazzulla ha enfocado su libreto táctico en convertir cada posesión rival en un desafío. Y los números lo respaldan.
Torrey protecting the paint 💪🏾 pic.twitter.com/em00XtisO6
— Boston Celtics (@celtics) April 6, 2025
Con solo 107.8 puntos permitidos por partido, Boston es la tercera mejor defensa de la NBA, apenas detrás de Orlando y Oklahoma City. En cuanto a rating defensivo, también se ubican entre la élite, con un 110.3 que los coloca quintos en una estadística clave en playoffs, cuando los juegos se vuelven más cerrados y la defensa gana partidos.
De acuerdo con ESPN, en el plano individual, Jayson Tatum lidera con 8 rebotes defensivos por noche, seguido por Kristaps Porzingis (5.3) y Al Horford (4.7). Porzingis también se destaca con 1.6 bloqueos por juego, acompañado por Derrick White y Luke Kornet, quienes promedian un bloqueo cada uno. Jaylen Brown destaca con 1.2 en robos, mientras Tatum, Jrue Holiday y White contribuyen con uno por encuentro.
2. Jayson Tatum
Si hay una razón que resume el poder de Boston Celtics en una sola figura, es Jayson Tatum. El alero no solo ha mejorado sus números, también ha elevado su rol dentro del equipo.
Esta temporada, pasó de 26.9 a 27.2 puntos por partido, aumentó sus asistencias de 4.9 a 6 y subió sus rebotes de 8.1 a 8.7. Un jugador cada vez más completo, más influyente y más letal.
Es el quinto máximo anotador de la NBA, solo por detrás de superestrellas como Shai Gilgeous-Alexander, Giannis Antetokounmpo, Nikola Jokic y Anthony Edwards. Tatum también quiere dejar su huella en los Playoffs, no solo repitiendo el título, sino sumando un posible MVP de las Finales a un currículum que ya incluye seis All-Star y dos medallas de oro olímpicas.
3. Boston Celtics se levantó de los tropiezos
Los Boston Celtics no solo han crecido como equipo, han madurado como competidores. Esta generación ha tenido que aprender a base de caídas dolorosas: desde la eliminación en 2019 ante Milwaukee, pasando por el tropiezo en la burbuja frente a Miami, hasta el golpe de realidad que les dio Brooklyn en 2021.
Todo cambió cuando llegó Ime Udoka, quien los llevó a su primera final en 2022. Aunque cayeron ante los Warriors, el aprendizaje quedó. Luego, bajo la dirección de Mazzulla, Boston volvió a las Finales del Este en 2023, y finalmente, conquistó el ansiado título tras vencer a Miami, Cleveland, Indiana y Dallas.
Hoy, con el mismo núcleo, la misma conexión y una mentalidad renovada, el grupo liderado por Tatum y Brown no solo sabe cómo ganar: sabe cómo ganar juntos, y eso, en mayo y junio, vale más que cualquier promedio estadístico. En Boston Celtics lo saben.
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