La gala de presentación de los equipos de Fórmula 1 fue ayer, pero Williams ya había mostrado su FW47
El O2 de Londres se engalanó en la noche de ayer para un evento de gran postín en la primera presentación conjunta de los equipos de Fórmula 1 en toda la historia de la competición. El motivo, los 75 años de la Fórmula 1 que parece gozar de una salud inquebrantable.
En la presentación, los equipos se encargaron de lucir sus nuevas decoraciones… O «liveries», como gusten decirlo, para la nueva temporada. Pero el diseño nuevo del coche siguió siendo un secreto bien guardado por la mayoría de equipos que siempre apuran mucho para presentar sus armas reales. Williams fue una de las excepciones, los de Grove rodaron con su nuevo coche la semana pasada y desde HSM os lo analizamos.
Lo más importante, corregir el principal fallo del FW46
El gran lastre del FW46 fue sin duda, el «sobrepeso» del coche. En Williams se han enfocado y han hecho un trabajo de los más concienzudo en adelgazar la montura. Algo que salta a la vista a simple vista, especialmente poniendo los ojos en toda la zaga.
La cubierta-motor es más liviana y estrecha, algo que, además de adelgazar el peso del coche le hace ganar eficiencia en carga aero, circulación del flujo de aire y permitiendo una nueva distribución interna de elementos como la caja de cambios. Este estrechamiento permite a su vez, un mayor equilibrio de alturas en el coche en las frenadas, por tanto, un coche más estable y predecible para el piloto.
Un coche más estable y confiable para el piloto
Siguiendo con el análisis y continuando en la zona media, los pontones laterales tienen un mayor efecto bañera que el FW46, de esta forma dan una mayor consistencia al flujo de aire que pasa por la superficie. En cuanto a los laterales del suelo del coche, las pequeñas «paletas» laterales generan carga aero en interacción con el difusor.
La zona delantera del coche destaca por un morro algo más bajo desplazando más masa a la zona de ataque (de nuevo la idea de hacer un coche muy estable). Los bordes de ataque externos están algo más elevados y aquí el coche pierde algo de carga aerodinámica, no obstante, lo que pierde en carga lo gana en consistencia a la hora de meter el coche en curva. Los flaps también tienen una redistribución de cargas respecto al año pasado. Suspensiones push rod en la parte delantera.
En la zaga, a parte del ya mencionado trabajo de la cubierta-motor, cabe destacar que han usado la misma caja de cambios y modelo de suspensión push rod que Mercedes. Ganan con ello, no sólo en el rendimiento que le puede dar ese material Mercedes, sino también en que la posición de la varilla en la suspensión, a pesar de aumentar las cargas, es clave para poder estrechar todo el conjunto del coche y reducir peso.
Un coche estable, que claramente es un paso adelante y una transición a 2026
En Williams tienen claro que 2026 es muy clave para ellos gracias al cambio normativo si quieren salir del pozo. La escudería de Grove ya ha dejado claro que la mayoría de recursos irán orientados a 2026 y, se centrarán desde bien pronto en el proyecto. Pero no por ello han abandonado 2025, sabedores que una bien trabajada transición también es clave para 2026.
Ha quedado patente en el diseño del FW47, un coche enfocado a ser confiable para Carlos Sainz y Alex Albon y con el principal problema del FW46 corregido. Quedar aceptablemente bien situados en la zona media a final de temporada es la meta, ya que además hay que recordar que cuanto más arriba en la clasificación de constructores, más dinero para el equipo, algo en lo que Williams no ha estado precisamente sobrado en años pretéritos.
En ese sentido, la escudería fundada por Frank Williams, va estando cada vez más saneada. Desde la escudería se están dando pasos por salir del pozo en todos los sentidos, incluyendo remozar las infraestructuras y la contratación de más personal. El desembolso con Sainz es otro signo de que van con todo y muy en serio a volver donde merecen por historia, estar entre los grandes.