Francisco Rodríguez y Miguel Cabrera han sido dos de los venezolanos más brillantes en los últimos años de las Grandes Ligas. Uno desde la lomita y el otro con un bate en la mano, se han hecho sentir en las mayores desde el 2002 y el 2003, cuando ambos hicieron su debut teniendo un rol protagonista para los Anaheim Angels y los Florida Marlins, de aquel entonces.
En esas dos temporadas, ambos equipos salieron campeones de la Serie Mundial con los venezolanos como protagonistas. Sin embargo, lo hecho por el “Kid” es mucho más llamativo que lo hecho por el maracayero que unos años después se convirtió en el primer venezolano en ganar la triple corona de bateo en la Liga Americana en 2011.
Rodríguez debutó y de inmediato se robó el show en la postemporada de 2002. En 18.2 innings lanzados, el venezolano dejó una impresionante marca de 5-1 con 28 ponches para convertirse en una pieza vital en el cuerpo de relevista de los Angels.
Un año más tarde fue el turno de Cabrera. El prospecto de los Marlins no tardó en demostrar toda su calidad ofensiva. En apenas 87 juegos en la temporada de 2003, el venezolano descargó un total de 12 cuadrangulares, uno de ellos muy recordados ante Roger Clemens en el cuarto juego de la Serie Mundial.
Si bien ambos jugadores fueron fundamentales en su primera experiencia en las Grandes Ligas, lo de Rodríguez fue mucho más llamativo y años más tarde terminó convirtiéndose en uno de los mejores cerradores de las mayores, así como Cabrera sigue siendo uno de los bateadores más peligrosos de todas las Grandes Ligas hasta el día de hoy.