Victoria del Atlético de Madrid antes del parón para cerrar un mes liguero casi pleno
El Atlético de Madrid es ese equipo que parece la vida misma, mezcla victorias, derrotas, alegrías, penas y momentos de esplendor con otros de oscuridad con una naturalidad tan contundente como sobrecogedora. Extrapolado a esta Liga, el equipo colchonero pese a ser el que más había gastado y contar una de sus mejores plantillas de siempre, comenzó errático en juego y sobre todo fallón en la suma de puntos. Y eso en una liga como la española no te lo puedes permitir si quieres pelear el título.
Pero la victoria contra el Madrid, además de un buen estímulo anímico, supuso un cambio de inercia en todos los sentidos en el campeonato doméstico. Con la victoria de hoy frente al Levante por 3-1, los del Cholo Simeone se van al parón de selecciones con una racha de cuatro victorias y un empate en el último mes liguero. Unos resultados que le sitúan provisionalmente, y a la espera de lo que haga el Villarreal, tercero en La Liga.
El Atlético quiso cerrar el encuentro por la vía rápida
Los del Cholo Simeone empezaron dominadores, una seña que están poco a poco queriendo hacer característica en sus encuentros en Liga, especialmente en el Metropolitano. Rápidamente encerraron en su área a un Levante inoperante que llegaba al feudo rojiblanco flirteando con la zona de descenso. En los primeros quince minutos de partido los madrileños ya manejaban más de seis corners en su favor, prueba del asedio al que sometían a los azulgrana.
Los locales fallaron dos goles claros en los primeros diez minutos, uno tras centro de Julián Álvarez y otro de Barrios que salvó Ryan con una mano abajo espléndida. Pero así las cosas el primero llegaría más pronto que tarde, y así fue, pues a los doce minutos Pablo Barrios puso un centro que Dela marcó en propia meta tras rebotarle el esférico después de la parada de Ryan.
A pesar del dominio rojiblanco, el punto flaco de los del Cholo, las jugadas a balón parado, comprometieron la victoria de los locales, ya que así llegó poco después el gol del empate. Poco más de veinte minutos y en un saque de esquina Manu Sánchez remataba a placer tras un error de marcaje grosero de Giménez.
Tablas en el electrónico y la desbandada de llegadas y oportunidades de los rojiblancos se multiplicó. Aplicaron a su vez una mayor presión en salida de balón rival y Pablo Barrios y Álex Baena, dueños y señores de la sala de máquinas atlética redoblaron su trabajo y protagonismo, algo que se notó.
Trabajo completado en la segunda parte
Pese a ello el encuentro arribó al descanso con empate. En la segunda mitad el guion continuó siendo el mismo y la entrada de Griezmann en el terreno de juego reforzó el ataque rojiblanco. El galo resultaría fundamental y sigue en un estado de forma envidiable en su nuevo rol entrando desde el banquillo. Corría el minuto sesenta y dos cuando Marcos Llorente mandó un centro raso perfecto al propio Griezmann para que este rematara y convirtiera el 2-1.
El Levante dejó espacios en su búsqueda de la igualada y esto fue favorable a un Atlético de Madrid que realiza unas contras de vértigo con jugadores veloces como Giuliano Simeone o Marcos Llorente. Los granotas empujaban pero la victoria rojiblanca no parecía peligrar. Los tres puntos se cerrarían en el minuto ochenta con el tercer gol local, con Griezmann completando su doblete. Julián Álvarez erró un disparo que el galo le había cedido en bandeja para el gol y precisamente sería el francés quien recogería el rechace para mandarla al fondo de las redes y completar el 3-1 final.
El árbitro anularía en el 94´ un gol del Levante… Nuevamente a balón parado, por fuera de juego. Sin duda estas jugadas han de ser trabajadas por los atléticos. No hubo tiempo para más y los tres puntos se quedaron en el Metropolitano.








