Benfica y Chelsea obraron un partido de muchos goles y que duró casi cinco horas tras ser parado por riesgo de tormentas eléctricas
Benfica y Chelsea disputaban uno de los partidos de Octavos de Final de este Mundial de Clubes, partido de sabor europeo ya que ambos conjuntos son UEFA. Duelo de dos equipos potentes del continente que llegaron a estos octavos de forma un tanto irregular. Los portugueses empataron con Boca Juniors pero su sorprendente victoria al todopoderoso Bayern de Munich hizo que pasaran líderes de grupo, una de cal y otra de arena. Por su parte el Chelsea perdió de forma inesperada ante Flamengo, pero ganó sus otros dos duelos.
Surrealista por irse casi a cinco horas por el parón, emocionante por la prorroga y la cantidad de goles, así fue el partido. El Bank of America Stadium fue testigo de una noche futbolística de locura debido a las circuntancias climatológicas, los giros del encuentro y los goles.
La primera parte estuvo marcada por las pocas ocasiones y un juego marcado por el respeto entre ambos contendientes que optaron por no arriesgar en sus jugadas de ataque y sus momentos de posesión de balón para no dejar desguarnecida la defensa. Pese a ello, el Chelsea tomaba más la batuta y el peligro en opciones ofensivas, especialmente con Palmer y Neto. El Benfica se mostró ante ello muy sólido defensivamente y con intervenciones de su portero Trubin que brilló en la primera parte.
Se abre el marcador y se desencadenan los acontecimientos
Ya entrada la segunda mitad, el Chelsea mantuvo el empuje, las ocasiones y el dominio y al final todo este trabajo tuvo su premio en forma de merecido gol. Un tanto que a pesar de ello, llegó en jugada a balón parado con un lanzamiento de falta de James frente al que Trubin no tuvo nada que hacer. Minuto sesenta y cuatro y los londinenses estaban por delante en el electrónico.
Ahora los lusos se veían obligados a cambiar el planteamiento e irse al ataque sin miramientos. Así lo hicieron y, siguiendo la concatenación de hechos que suelen muchas veces producirse cuando se dan guiones de partido así, esto hizo que dejaran espacios atrás y el Chelsea a punto estuvo de apuntillar al Benfica. Pero llegó el minuto ochenta y seis y el partido se paró por el riesgo de tormentas eléctricas.
El parón dio oxigeno a Benfica
Casi dos horas de parón y el partido se reanudó. Al Benfica le vino como un soplo de aire fresco ya que, tras la reanudación y ya en el descuento, el árbitro decretó penalti por mano y el mítico Ángel Di María transformó para decretar el empate y el paso a la prórroga.
No duró mucho la alegría para los lusos ya que iniciado el tiempo extra, uno de los jugadores del equipo de las águilas, Prestianni, fue expulsado por una durísima entrada. Esto mermó a los lusos y por su parte los ingleses se desataron en un tornado de superioridad. Nkunku adelantaría rápidamente de nuevo al Chelsea en el marcador al aprovechar un rechace en el área. Apenas seis minutos después llegaría el 1-3 transformado por Pedro Neto y la goleada fue sellada por Dewsbury-Hall ante un Benfica que ya iba al ataque a la desesperada y sin órden.
El marcador no hizo justicia con un Benfica que trabajó mucho durante los noventa minutos reglamentarios. El Chelsea por su parte fue sólido y maduro durante todo el encuentro y a la hora de superar los vaivenes que provocan los parones en un encuentro y que el rival te empate cuando tienes casi hecha la victoria. Los de Enzo Maresca avanzan a Cuartos de Final y siguen firmando una excelente temporada pese a todo el ruido y críticas que han tenido a lo largo de todo el curso. Ya en Cuartos de Final del Mundial, campeones de la UEFA Europa League y cuartos en la última Premier League.